“Aunque haya bajado el número de accidentes en la ciudad de Madrid no podemos confiarnos. La concienciación, los cursos, las acciones preventivas, todo funciona, pero deberíamos buscar el 0 víctimas”. Son palabras de Antonio Gómez Montejano, comisario de Seguridad Vial de la Policía Municipal de Madrid, con quien hablamos para conocer más sobre el Plan Estratégico de Seguridad Vial 2021-2030 presentado recientemente por el Ayuntamiento de Madrid.
El documento, elaborado por primera vez por el Cuerpo de la Policía Municipal –y no por el Área de Movilidad como se venía haciendo hasta ahora– establece la estrategia de seguridad vial de la capital y tiene como objetivo contribuir a la protección de la vida, la salud y la integridad física de todas las personas usuarias de las vías y espacios públicos de la ciudad, ya sean peatones o conductores de cualquier tipo de vehículo. Una integridad física que tiene uno de sus grandes enemigos en los atropellos.
“El tema de los atropellos -explica Montejano- es un problema muy generalizado, no solo en personas mayores, como a veces se cree, sino para la población en general, aunque es cierto que cuando se trata de personas mayores las consecuencias del accidente, aunque sea leve, pueden ser más graves”. La falta de audición o las dificultades en la movilidad, apunta, suelen ser factores que explican por qué las personas mayores suelen ser atropelladas. En el caso de gente más joven las causas hay que buscarlas en un exceso de confianza en sus capacidades -cruzar por zonas no adecuadas pensando “me da tiempo”- o distracciones, entre otras, explica el comisario.
¿Y de quién es la culpa entonces, de los peatones o de los conductores? Montejano señala que “la responsabilidad es casi al 50%, de hecho, el informe del pasado año revela que en el 49% de los atropellos fue responsable el conductor y el 51% el peatón”. En el caso del conductor las causas suelen ser por ir a una velocidad no adecuada, que le impide reaccionar a tiempo, “o los giros indebidos de vehículos de cuatro ruedas que no reparan en la presencia de un ciclista o motorista, este es un accidente muy habitual”, nos cuenta. En el caso del peatón las causas principales son cruzar por sitios indebidos, fuera del paso de cebra o no respetar los semáforos.
Ocho objetivos y 33 acciones
El nuevo plan de seguridad vial se estructura en torno a ocho objetivos con 33 acciones principales, entre las que se encuentra la creación de un Observatorio Municipal de la Seguridad Vial que permitirá evaluar el cumplimiento de los objetivos y su mejora continua.
Entre esos objetivos cabe señalar el incremento de la dotación tecnológica en el campo de la seguridad vial, renovando y ampliando los radares fijos y móviles hacia un uso más polivalente y eficaz, así como seguir implementando la instalación de radares en los puntos negros, donde las investigaciones de accidentes determinen.
Otros objetivos son reducir las tasas de victimización por accidentes de tráfico y por atropello, incidiendo también en la conducta del peatón, impulsando iniciativas e impartiendo conocimientos en todos los distritos en este sentido, para lo que se tendrán en cuenta las demandas en formación de los colegios y otros grupos de interés, y creando espacios para promover el uso de la bicicleta y las rutas escolares seguras para avanzar hacia una seguridad vial y una movilidad seguras.
Por una ciudad más segura y una conducción más cívica
Gómez Montejano lleva casi 40 años en el Cuerpo de la Policía Municipal, de los cuales tres estuvo destinado en la Unidad de Policía Judicial de Tráfico, y ha desarrollado numerosas campañas de prevención e impartido cursos sobre tráfico y seguridad. Él asegura que en Madrid “la educación vial es buena en general comparada con otros países, se respeta bastante al peatón, por ejemplo, es raro que un vehículo no pare en un paso de cebra” y añade que la gente “en general, conduce con sensatez y tranquilidad”, pero aún sí, reconoce que los accidentes siguen estando ahí y “es necesario encaminar los esfuerzos a reducir mucho más aún los índices de accidentes”.
Para ello, asegura que podemos contar con las nuevas generaciones. Y es que la Unidad de Educación Vial de este cuerpo imparte cursos de formación en los colegios, institutos o centros de formación profesional, entre otros muchos. “Hace ya algunos años que los niños reciben nociones de educación vial desde bien pequeños, así que pueden cívicos conductores y peatones en el futuro”.
Con el nuevo horizonte estratégico de este nuevo plan, en 2030, el Cuerpo de la Policía Municipal de Madrid pretende situarse como referente en materia de seguridad vial y movilidad segura, a partir de las acciones desarrolladas en el campo de la seguridad vial, teniendo muy en cuenta la protección de los colectivos vulnerables, en particular de los niños, las personas mayores, los ciclistas, motoristas y personas usuarias de los vehículos de movilidad personal (VMP).
Educación vial, sensatez, tranquilidad al volante, respeto a las normas de circulación. Son pequeños gestos que, llevados a cabo por peatones y conductores, pueden hacer de Madrid una ciudad con unas calles más seguras para todos. /