El distrito de Centro vive estos días las fiestas con más arraigo popular no solo del distrito sino de toda la ciudad: San Cayetano, San Lorenzo y la Paloma. Son casi diez días en los que mantones de Manila, farolillos, guirnaldas y cadenetas recuperan el casticismo y visten las calles del centro madrileño. Fervor popular, animo inquebrantable e imaginación vecinal. Tanta que hace poco más de un siglo, en 1889, los vecinos de entonces levantaron una Torre Eiffel por San Lorenzo, a la que ese humor popular y socarrón, que nunca ha faltado a esta ciudad, bautizó rápidamente como la Torre Infiel. Te lo contamos aquí gracias a la Biblioteca Digital Memoria de Madrid.

El 27 de julio de 1889, los madrileños desayunaban con el diario El Liberal anunciando la construcción “en la calle del Ave María (de) una torre Eiffel de 15 metros de altura, y un precioso submarino en la entrada de la calle de la Esperanza». Los vecinos de Lavapiés habían decidido emular a la cosmopolita París, que albergaba la Exposición Universal para conmemorar el primer centenario de la Revolución Francesa. Ubicada en el Campo de Marte, el Trocadero, la estación de Orsay, una parte del Sena, y la explanada de los Inválidos, en su entrada se elevaba la que se convertiría en el símbolo de la ciudad, la Torre Eiffel, 300 metros de base a cima que la convertían en la estructura de mayor altura construida hasta la fecha.

Mil pesetas y más de 20 metros

Madrid no iba a ser menos, aunque nuestra torre tuviera un presupuesto y unas dimensiones ‘ligeramente’ más modestas que la parisina: 1.000 pesetas que costearían los vecinos para competir con otras construcciones efímeras de las demás calles del barrio, frecuentes en las fiestas. Al final, alcanzó los 21 metros y fue fuente de chascarrillos y atención prioritaria para la prensa. El periódico La Unión Católica, el 10 de agosto, haciendo gala de esa rivalidad con el vecino galo, aseguraba: “Y tan orgullosos que estaban los republicanos franceses con su Torre de Babel. Abajo ese orgullo. Paso a la torre Infiel plantada en la calle del Ave María…».

Efectivamente, la Torre Infiel se plantó en la esquina de la calle del Ave María con San Simón y de ella dan cuenta dos documentos conservados en la Hemeroteca y en el Museo de Historia del Ayuntamiento. El primero es la ilustración aparecida el 30 de agosto de 1889 de la Ilustración Nacional, obra de Primitivo Carcedo (Hemeroteca Municipal y Museo de Historia), una imagen que ayuda a contextualizar mejor la Calle madrileña engalanada, un cuadro anónimo que guarda el Museo de Historia sobre el que no existía demasiada información.

Calle madrileña engalanada (1890, Museo de Historia de Madrid, In. 4110)
Calle madrileña engalanada (1890, Museo de Historia de Madrid)

Como explica esta entrada del blog de la Biblioteca Digital, la prensa dio cumplida cuenta de tamaña proeza. Realizada en madera y tela, estaba engalanada con banderas, escudos y estandartes, proporcionados por el Almacén de Villa del Ayuntamiento de Madrid, y coronada por dos o cuatro -depende de las fuentes- reflectores de gas de gran fuerza.  Desde la primera plataforma, la banda del Hospicio de San Bernardino y el Orfeón Matritense pusieron la música a la noche. Las calles aledañas se vistieron más que nunca de gala. Lo contaba El País del 10 de agosto de 1889: “Todos los balcones de las casas se hallan profusamente iluminados con faroles a la veneciana y colgados con vistosos tapices o valiosos mantones de Manila”.

Sin torre y con restricciones, las fiestas han vuelto

Ha pasado más de un siglo y las fiestas siguen fijas en el calendario de los madrileños. Este año sin torre y con las restricciones que impone la actual situación sanitaria, pero han vuelto con el pregón el pasado viernes de Mario Vaquerizo. San Cayetano ha dejado ya paso a San Lorenzo y el escenario se ha trasladado desde el corazón del Rastro, la plaza del General Vara del Rey, al corazón de Lavapiés, la plaza de Arturo Barea.

Allí hoy y mañana, antes del mediodía habrá actividades infantiles, dejando las tardes para la música. Hoy, día de San Lorenzo, a las 20:30 h, la voz del cuplé e hija de la cupletista más famosa de Madrid, Olga María Ramos, pondrá letra a canciones como Si te casas en Madrid, Rastro Madrileño, Ven y ven, o La chica del 17. Y a las 22:15 h, Jarabe de Pau homenajeará a Pau Donés y a su grupo, Jarabe de Palo.

El miércoles 11 de agosto, a las 20:30 h, de nuevo llega la zarzuela con el espectáculo Un manojo de zarzuela, donde se representarán las canciones más célebres del género y, ya en la noche, llegará la mezcla de ritmos y referencias de la cantautora malagueña María Peláe. Recuerda que para asistir tienes que inscribirte previamente porque todas las actuaciones tienen aforo limitado para tener unas fiestas seguras.

Sin Torre Infiel, Madrid sigue fiel a sus fiestas.