Dos áreas ambientales, Madrid Río y el Parque Lineal del Manzanares, se unen para siempre gracias a la nueva senda peatonal y ciclable de 1,4 kilómetros que el Ayuntamiento de Madrid ha construido.
El itinerario enlaza Madrid Río con el parque Lineal del Manzanares mediante una pasarela de madera sobre el río y caminos terrizos que, pese al modesto tamaño que tiene, permite unir diez distritos a pie o en bici. De norte a sur: Fuencarral-El Pardo, Moncloa-Aravaca, Centro, Latina, Carabanchel, Arganzuela, Usera, Puente de Vallecas, Villaverde y Villa de Vallecas.
Con esta obra se permite el tránsito continuado en todo el tramo urbano del río desde la presa 9 del río Manzanares hasta el camino principal que rodea el Parque Lineal del Manzanares, cerca de la M-40. El ancho de la senda es de entre 2,5 y 4 metros.
Esta nueva infraestructura ha sido recientemente inaugurada con una marcha desde la explanada del Puente del Rey en Madrid Río, hasta la cabecera del Parque Lineal del Manzanares, animando de esta manera a los ciudadanos al conocimiento de esta construcción y al consiguiente disfrute del paseo por la ribera de nuestro «aprendiz de río».
Un paseo por la ribera del Manzanares, ecosistema urbano
Desde que el Ayuntamiento de Madrid comenzó con las labores de renaturalización del río Manzanares este se ha convertido en un corredor ecológico en plena ciudad, espacio de esparcimiento y recreo de los ciudadanos, del que ahora podemos disfrutar prácticamente en todo su recorrido urbano gracias a la unión del parque Lineal con Madrid Río, mediante la pasarela construida.
En su recorrido podemos ver cómo el río ha ido recobrando la presencia de especies, tanto animales como vegetales, que durante años habían abandonado su entorno y que ahora forman parte de su ecosistema. La vegetación herbácea se ha desarrollado de manera espectacular. En lo referente a la fauna, se puede hablar de una auténtica explosión de vida en el río Manzanares. Es llamativo el desarrollo de la fauna piscícola, por todo el río se pueden observar nutridos grupos de peces, de diferentes tamaños.
En cuanto a las aves, su población se ha visto incrementada tanto en número como en diversidad de especies. Se ha podido observar el ánade real, la garza real, la garceta común y el martinete.
Madera específica para agua dulce y terrizo
La pasarela de madera, en el primer tramo, está ubicada sobre la escollera de la margen derecha del río porque su ubicación impide construir un camino. Tiene una longitud de 422 metros, aproximadamente, y está formada por módulos de 12 metros con una anchura de 2,50 metros. Se trata de una madera especialmente tratada para el contacto directo con agua dulce y expuesta a una humedad permanente. Ha recibido un tratamiento de limpieza y recolocación de bloques por medios manuales.
Tanto en el diseño como en el trazado se han tenido en cuenta las premisas más destacadas de la normativa de accesibilidad, con un ancho útil de la pasarela de 2,5 metros y una pendiente adaptada a personas con movilidad reducida.
Una vez terminado el tramo de pasarela de madera, la senda discurre sobre el terreno natural por lo que se ha instalado un pavimento de terrizo. El firme en este tramo tiene 36 centímetros de espesor, con un base de arena de miga de 15 cm y otra capa de 15 cm de zahorra artificial y 6 cm de mezcla de arenas de miga y río. La delimitación se realiza con bordillos de hormigón a ambos lados.
Cerramiento, mobiliario urbano y señalización
La senda tiene instalados una serie de equipamientos para garantizar la comodidad de los usuarios. En algunos tramos se ha procedido a la instalación de una pantalla visual-acústica que atenúa las molestias del tráfico rodado, y en el resto del trazado que discurre junto a la M-30 se ha dispuesto un cerramiento de tela metálica galvanizada de 2 metros de altura.
También se han colocado once bancos a lo largo de la senda del modelo utilizado en el Parque Lineal del Manzanares, que son de hormigón armado con respaldo y bordes redondeados. Asimismo, se han situado once papeleras circulares abatibles con 60 litros de capacidad y cuatro señales de advertencia de posibilidad de inundación y otras de prohibido el acceso de vehículos.
La obra se encuentra dentro de la zona declarada Bien de Interés Cultural (BIC) denominada Terrazas del Manzanares, en la categoría de Zona Arqueológica, aunque no existe ningún yacimiento arqueológico en el ámbito de proyecto.