María acaba de cumplir 38 años y tiene dos hijos de cinco y ocho. Antes de la pandemia, esta licenciada en Filología Francesa trabajaba esporádicamente en lo que salía, dando clases particulares o haciendo algunas horas en la cafetería cercana a su domicilio en el barrio de Simancas.

Actualmente está en situación de desempleo buscando trabajo. Los servicios sociales de la junta municipal del distrito de San Blas-Canillejas son conocedores de su situación. Acudió a ellos por primera vez durante el confinamiento, en mayo del año pasado.

La familia monoparental de María es uno de los nuevos perfiles de usuario de los servicios sociales que ha detectado el Ayuntamiento de Madrid tras la crisis. Una crisis a la que el Consistorio trata de dar respuesta aumentando el número de ayudas, agilizándolas o reforzando el personal que tiene que gestionarlas. Una de las medidas tomadas ha sido la Tarjeta Familias.

Esta nueva iniciativa social es una tarjeta prepago para la cobertura de necesidades básicas de alimentación, aseo e higiene para que los usuarios puedan utilizar en cualquier supermercado y tienda de alimentación.

El Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social ha entregado hasta la fecha 7.075 tarjetas según indica el Informe de implementación y resultados de la Tarjeta Familias.

Este mismo informe acredita que la Tarjeta Familias está llegando a los más afectados por la crisis social actual provocada por la COVID-19: las familias con hijos, con especial énfasis en las monoparentales. En concreto, el 70 % de las solicitudes provienen de familias con hijos menores y la edad media de los solicitantes es de 42 años. Además, se desprende que el 87,5 % de las tarjetas están llegando a hogares con rentas por debajo de los 4.200 euros per cápita anuales y que el 97,4 % de los usuarios no tienen vivienda en propiedad.

La cuantía de las ayudas va de los 125 a los 630 euros al mes, dependiendo de la renta per cápita y del número de personas que forman la unidad familiar. Da prioridad a las familias con hijos, ya que en el cómputo de la renta familiar los hijos menores de edad cuentan como 1,3 adultos.

La entrega de la tarjeta va acompañada de un proceso de intervención social con los usuarios. Es el trabajador social el que establece el tipo de intervención y la duración y cuantía de las ayudas en función de las necesidades y situación de las familias.

Esta modalidad de ayudas está pensada para familias cuyos ingresos son inferiores a la Renta Mínima de Inserción, no pudiendo disfrutarse cuando se cobre la citada renta o el Ingreso Mínimo Vital, aunque sí durante su tramitación.

Ventajas

Esta iniciativa, que nace con vocación de permanencia, tiene varias ventajas. En primer lugar, no es estigmatizadora, ya que es similar a cualquier tarjeta bancaria y se usa en cualquier comercio, evitando las colas para la recogida de alimentos.

Por otra parte, sirve para dar una respuesta homogénea en todos los distritos, ya que es la herramienta preferente para este tipo de ayudas en todos los centros de servicios sociales.

Además, la persona puede elegir el establecimiento donde adquirir los productos, por lo que puede acudir a aquellos que les resulten más económicos, mejorando la eficacia en la cobertura de la necesidad.

La Tarjeta Familias, que se aprobó por unanimidad dentro de los Acuerdos de la Villa el pasado 7 de julio, busca ayudar a familias que, como la de María, está pasando una situación complicada. El objetivo es no dejar a nadie atrás.

Tarjeta Familias, igual que cualquier otra tarjeta de compras