Fotos cedidas por la Asociación Costa Fleming (https://costafleming.es/)
El séptimo arte se paseó por Madrid imitando al Hollywood más auténtico y encontró en Chamartín una parada de excepción. La historia del cine tiene en este distrito varios ejemplos de su poso: cintas rodadas en sus calles, referentes de la industria, salas memorables, directores afamados, y hasta la sede del Nodo (Noticiarios y Documentales Cinematográficos) y los famosos Estudios Buñuel de TVE escogieron sus calles para ubicarse. ¡Silencio, cámara y acción! Vamos a conocer un poco mejor los tiempos en los que Chamartín fue la meca del cine español, o casi.
Nuestra primera parada es una placa en la calle del Segre que recuerda al conocido director de cine Rafael Gil. En el texto se hace mención a que realizó nada menos que 68 películas durante su carrera. Entre ellas, un mediometraje dedicado al Real Madrid y a uno de los edificios más conocidos y fotografiados de la capital que también es vecino del distrito y lo fue del propio Gil: el estadio Santiago Bernabéu.
Estudios Chamartín y el NODO
El popular NODO es otro de los referentes históricos que tuvo su sede en Chamartín. Concretamente en la calle de Joaquín Costa, donde se producía para todas las salas del país lo que durante años se proyectó como antesala de los filmes de forma obligatoria. Desde 1943, esta herramienta política presentaba los acontecimientos nacionales y extranjeros a modo de noticiario. Inauguraciones, gestas deportivas y ecos de sociedad tenían cabida en este espacio que varias generaciones guardan en la memoria: difícil de olvidar para muchos su sintonía de Manuel Parada y sus voces, primero Matías Prats padre y después Joaquín Ramos.
Si la ubicación del NODO ya había hecho del distrito un referente en el mundo de la imagen y comunicación de nuestro país, los estudios Buñuel terminarían de hacerlo. Se trata de unas instalaciones que no podían estar más relacionadas con Chamartín, pues se situaron en un edificio que fue sede de los también desaparecidos Estudios Cinematográficos Chamartín. Fue en 1941 cuando estos famosos platós vieron la luz, como también lo hicieron los Estudios Sevilla Films, estos a la altura de lo que es hoy la avenida de Pio XII, 4.
Gardner, Davis y Heston, de paseo por Chamartín
Cuentan que era frecuente ver, nada menos, que a actores de la talla de Ava Gardner, Bette Davis, Charlton Heston por las calles del barrio cuando los estudios Chamartín fueron adquiridos por Samuel Bronston en los años 60, que los utilizaba para sus grandes superproducciones. Títulos tan conocidos como 55 días en Pekín o La Caída del Imperio Romano, salieron de sus platós, transformando la vida de unos vecinos que miraban atónitos el trajín del mundo del cine caminando por sus vías.
Los Estudios Buñuel, por su parte, serían testigos de las grabaciones del mítico Un, dos, tres de finales de los 80 y cerrarían un capítulo de la historia de TVE con el popular Masterchef, que aún sigue produciéndose desde otras instalaciones del ente público, pues el edificio comenzó a ser derribado para la construcción viviendas en 2015.
Parece que la historia de Chamartín iba a permanecer para siempre ligada al cine. Tal vez fuera esa la razón por la que sus vecinos contaron también con cines que los amantes del séptimo arte sitúan entre los llamados ‘históricos’: de esa colección, los míticos Roma o De la Rosa, un cine exclusivo para los marines que vivían en el Edificio Corea o en La Moraleja y trabajaban en la base de Torrejón de Ardoz, que luego se transformaría en el Juan de Austria.
Madrid, Costa Fleming
Y como en este recorrido por claquetas, cámaras y fotogramas no podía faltar una película relacionada con el distrito más ‘cinematográfico’ de Madrid, ahí va el apunte de Madrid, Costa Fleming, dirigida por José María Forqué. Historias de inquilinos y vecinos de un nuevo bloque de apartamentos que acaba de construirse en la calle del Doctor Fleming, en pleno boom inmobiliario, son las bases del argumento de esta película española que se ambienta también en Chamartín.
Tras este rápido paseo imaginario no hay ya ninguna duda de que el cine les espera en Chamartín. Recorran todos estos lugares para acercarse un poco más al mundo del séptimo arte. Solo nos queda decir, emulando al gran Vito Corleone en El Padrino, que “acabamos de hacerles una oferta que no podrán rechazar”.