La historia de Madrid no reúne muchas páginas ni capítulos referidos a las nevadas, pero nuestra ciudad tiene también un conjunto de hitos que sirven a los periódicos a ayudarnos a hacer memoria cada vez que el manto blanco cubre nuestras calles.

Se trata de un fenómeno atmosférico más propio de otros puntos del país o también de la sierra de nuestra comunidad, pero en estos días no hemos podido evitar mirar en las hemerotecas unos y rebuscar en lo recóndito de nuestra memoria, los menos. Porque efectivamente la nevada vivida estos días en la capital es verdaderamente histórica: 30 horas sin parar dejaron 1,25 millones de kilos de nieve y la han convertido en la mayor de los últimos cien años.

“Nunca he visto una nevada como esta”, “no recuerdo tanta nieve en Madrid en mi vida” son frases que se han colado en nuestras conversaciones en la última semana. Y lo cierto es que, según los datos, la última nevada de efectos similares fue la que tuvo lugar en marzo de 1971. También las crónicas refieren espesores de 30 centímetros de nieve en 1952, si bien el récord parece encontrarse en 1904 cuando, a finales de noviembre, la precipitación alcanzó el metro de altura en la ciudad.

En esta ocasión, los móviles y dispositivos han facilitado que todos nos llevemos el recuerdo para siempre, pero para ver algunas imágenes de otras nevadas históricas necesariamente debemos acudir a las hemerotecas o a la web municipal memoriademadrid.es que reúne una colección de algunas estampas blancas de diferentes puntos de la capital.

Fotos en muchos casos cedidas de sus archivos por madrileños, que nos permiten contrastar los mismos escenarios en diferentes momentos. Las imágenes dan fe de las nevadas históricas que cuentan las crónicas, pero también de otras menos intensas. Instantes robados por la cámara en 1900, 1907, 1950 y también en 2009, otra fecha más cercana en la que la nieve hizo su aparición en las calles de Madrid, aunque de forma mucho menos extraordinaria y alguna pintura de 1876 donde podemos ver nada más y nada menos que todo un icono de la capital como la Cibeles cubierto por la nieve.

En estos días hemos contemplado auténticas ‘obras de arte’ y bellas estampas de puntos tan emblemáticos como la Puerta del Sol o el parque de El Retiro teñidos del color de la leche, que cobran más valor si los comparamos con los mismos lugares hace más de cien años. Es un ejercicio interesante que permite disfrutar desde casa de la nieve y de la historia al mismo tiempo.

Madrid cuenta ya desde este mes de enero con una nueva fuente de riqueza iconográfica gracias a las millones de fotografías que hemos tomado estos días, reflejando instantes que pasarán a la memoria de todos los madrileños, pero también a la historia blanca de nuestra ciudad.