La solidaridad madrileña se muestra una vez más, en este caso, con la migración venezolana, la más grande en la historia moderna de América Latina y el Caribe, que se ha visto agravada este año por la pandemia de la COVID-19. Sus efectos se dejan sentir más intensamente en aquellas personas más vulnerables –niños, adolescentes, gestantes…- que no tienen cubiertas sus necesidades básicas, entre ellas, las de salud.
El Ayuntamiento de Madrid, a través del Área Delegada de Internacionalización y Cooperación, ha concedido una subvención este año a UNICEF Comité Español de 225.000 euros para continuar, a lo largo de ocho meses en Colombia, el proyecto humanitario Espacios amigables para la primera infancia, que se desarrollará en el municipio de Riohacha (Departamento de la Guajira) y en los municipios de Cúcuta, Puerto Santander y Villa del Rosario (Departamento Norte de Santander). Su objetivo es mejorar la calidad de la vida de las niñas, niños y adolescentes venezolanos que han migrado Colombia y que conforman uno de los grupos de población más vulnerables.
Madrid, de la mano de UNICEF, responde así al llamamiento que hizo el Gobierno colombiano, el país más directamente afectado por la migración, a Naciones Unidas para que, a través de sus diferentes mecanismos de cooperación, apoyara la respuesta a los problemas de esta población.
Más de 1,7 millones de personas hasta finales del pasado año
Las dificultades y los acontecimientos políticos y socioeconómicos que vive Venezuela han provocado una migración sin precedentes, fundamentalmente hacia Colombia, estimada en más de 1,7 millones de personas solo hasta finales de 2019.
Aproximadamente el 30% son niñas, niños y adolescentes, con necesidades relacionadas con el acceso a servicios básicos como educación, salud, agua, saneamiento e higiene, desarrollo infantil y protección. En muchos casos, estos niños se encuentran solos, sin sus familias, en la calle y expuestos a situaciones de abuso y explotación sexual.
Ante la petición de ayuda del Gobierno de Colombia, UNICEF respondió poniendo en marcha un programa orientado a apoyar a las autoridades locales y nacionales, comunidades y familias para proveer a los niños y niñas migrantes y a los que ya se encuentran en las comunidades que les han acogido de servicios de salud, nutrición, educación y protección. Desde el pasado año el Ayuntamiento participa en este proyecto de acción humanitaria y ahora ha decidido mantener la financiación para poder continuarlo y llevar a cabo una acción más sostenida en el tiempo.
¿Qué son los espacios amigables para la primera infancia?
Iniciados a mediados de 2018 y con once espacios en funcionamiento, responden a la estrategia de UNICEF Colombia y el Gobierno de ese país de crear lugares donde los niños y sus familias no sólo encuentren atención sino también información y acompañamiento personalizado para garantizar sus derechos.
Además, estos espacios se han convertido en lugares donde convergen otro tipo de acciones de otras organizaciones, logrando así una atención mucho más integral.
Desde estos espacios amigables se busca fortalecer la promoción del desarrollo infantil temprano con base en las cuatro esferas del desarrollo: socio afectiva, cognitiva, lenguaje comunicacional y física (desarrollo motriz). Están dirigidos a mujeres gestantes, madres lactantes, niños y niñas de 0 a 5 años, sus familias y cuidadores. Además de la asistencia básica persigue la promoción de mecanismos para fortalecer la resiliencia familiar. Desde su inicio hasta diciembre de 2019 han atendido a 300.667 personas, de las cuales el 97% son venezolanos.