Matadero Madrid es uno de los espacios artísticos más singulares de Madrid. Actualmente es un referente para la cultura contemporánea pero en su origen desarrolló una actividad bien distinta, a la que alude su nombre: matadero y mercado de ganado. ¿Quieres conocer su historia?
Te invitamos a descubrirla de la mano de la jefa de la Sección de Colecciones del Museo de Historia de Madrid, Sonia Fernández, que repasa en este vídeo de Visitando mi colección la importancia que ha tenido desde siempre el abastecimiento de suministros en nuestra ciudad.
Mediados del siglo XVI, llega la Corte
Con la instalación de la Corte en Madrid, en el año 1561, la ciudad experimentó un crecimiento poblacional exponencial. La mayor parte los nuevos habitantes eran nobles, personal al servicios de la Corte, funcionarios, clérigos y gentes en busca de fortuna, es decir, personal que no estaba dedicado al sector primario, por ello el abastecimiento se convirtió en un asunto importante.
Conscientes de este hecho tanto las autoridades locales como el poder central del rey decidieron convertir a Madrid en un mercado protegido, en el que el abastecimiento estuviera asegurado.
Los alimentos esenciales de la época eran el pan, el vino y la carne, y dentro de esta se consumía de mayor a menor medida el carnero, la vaca y el cerdo. Para asegurar el abastecimiento existían dos ciclos anuales de compra al por mayor. En primavera se compraba en Extremadura y Andalucía y, en otoño, en Galicia y Castilla y León. Desde estas regiones llegaban las reses vivas a las dehesas que estaban en el entorno de la ciudad como la dehesa de Amaniel, hoy conocida como Dehesa de la Villa, y la de la Arganzuela.
Desde este punto las reses se trasladaban a los mataderos de Puerta de Toledo y del Rastro. Los puntos de distribución de la carne eran la Plaza Mayor, tanto en la Casa de la Carnicería como en los puestos que se encontraban en la propia plaza, y en otras plazas como la de San Luis, la de San Ildefonso o la de Santo Domingo.
Mediados siglo XIX, es necesaria una nueva instalación
A mediados del siglo XIX el matadero de Puerta de Toledo quedó obsoleto y se diseñó un proyecto de reforma que permitiera a los habitantes de Madrid una carne con las necesarias garantías de higiene y calidad.
Este proyecto contemplaba la organización del trabajo distribuida en pabellones, sin embargo la obra nunca llegó a ejecutarse completamente. En cuanto a la venta de animales vivos se había diseñado también un proyecto de construcción de un mercado de ganados ubicado en la dehesa de la Arganzuela que, sin embargo, tampoco se había llegado a ejecutar.
Finalmente los dos proyectos, el de matadero y el de mercado de ganados se fundieron en uno y se le encargó la obra a Luis Bellido. El arquitecto municipal diseñó un proyecto que se ajustaba a las necesidades de una instalación moderna, mecanizada, con controles sanitarios en todas las fases del trabajo, bien comunicada y con posibilidades de crecimiento.
Instalado en el paseo de la Chopera, el mercado de ganados y matadero funcionaba como una pequeña ciudad productiva con las áreas de trabajo perfectamente diferenciadas y con infraestructuras como el ferrocarril y servicios de aguas independientes del resto de la ciudad.
El proceso productivo comenzaba cruzando el río. Un tendido ferroviario hacía llegar el ganado, que inmediatamente se distribuía a unos corrales de reconocimiento. Desde allí se dirigía al mercado de abastos y matadero o al mercado de ganado en vivo.
La zona de mercado de abastos se organizaba con los corrales de exposición de terneras, de las naves de lanar y de cerdos. Una calle separaba el mercado de abastos de las naves de sacrificio de ganado, organizadas en nave de degüellos de vacunos, nave de terneras, lanar y cerdo y espacio en reserva para el crecimiento del complejo.
Desde allí las piezas, una vez sacrificadas, se trasladaban a las naves más cercanas al paseo de la Chopera donde se encontraban las cámaras frigoríficas y los colgaderos. El complejo también contaba con zona de secadero de pieles y tratamiento de vísceras.
También había una sección sanitaria con los laboratorios, veterinaria y crematorio. Un edifico para la venta de carnes y espacios para el ganado bravo y establos. En un extremo del complejo se encontraba el mercado de ganados de trabajo donde se vendían los caballos y mulas. Este funcionaba como un área independiente. Contaba con su propia zona de exposición y venta, pista de pruebas, establos y cantina.
1973, se inaugura Mercamadrid
El matadero siguió funcionando así hasta los años 70 del siglo pasado pero sus instalaciones se convirtieron en obsoletas e insuficientes. Poco a poco fue abandonando su primitiva función, mientras que Mercamadrid, inaugurado en 1973, comenzaba a ocuparse del abastecimiento en la ciudad.
2006, nace Matadero Madrid
Actualmente Matadero Madrid es un espacio cultural de creación contemporánea. Puesto en marcha en 2006, desarrolla una programación amplia, diversa y multidisciplinar a través de espacios como Cineteca Madrid, Naves del Español, Central de Diseño, Extensión AVAM, Casa del Lector, Intermediae y Centro de Residencias Artísticas.