No tiene tanta tradición en la cultura popular como el Día del Padre o de la Madre, pero sigue siendo un homenaje necesario. Coincidiendo con la celebración de San Joaquín y Santa Ana, abuelos de Jesucristo, hay una efeméride en nuestro calendario el 26 de julio, el Día de los Abuelos.
Siempre damos por hecho que están, siempre dispuestos cuando se les necesita, siempre mimando y “malcriando” –se quejan algunos padres- a los nietos, pero los tenemos tan seguros que, a veces, se nos olvidan sus necesidades, no tanto básicas como de relaciones interpersonales. “Las inquietudes y deseos no caducan a los 65 años”, explican desde Grandes Amigos, una ONG de voluntariado que, junto con el Ayuntamiento de Madrid, han puesto en marcha ‘Grandes Vecinos’, un programa para afianzar la solidaridad vecinal y poner en contacto a personas mayores con las personas de su entorno y los comercios del barrio.
Grandes Amigos, integrada en FEVOCAM, la plataforma de entidades de voluntariado de la Comunidad de Madrid, lleva desde 2003 en ese empeño de ofrecer compañía, afecto y amistad a las personas mayores que se sienten solos y no quieren estarlo.
Los mayores, en el corazón de cada barrio
‘Grandes Vecinos’ se articula a través de esta web y es una herramienta innovadora de tejer redes sociales y de posicionar a las personas mayores en el corazón del barrio. De manera muy sencilla, permite poner en relación a personas que viven cerca y que, con acciones muy simples, pueden ayudar a paliar la soledad de los mayores de su barrio y mejorar su calidad de vida.
Los programas están orientados a mayores de 65 años que se encuentran en situación de aislamiento, fragilidad física y vulnerabilidad social, pero también, de forma indirecta, a establecimientos, comercios y recursos que deseen crear espacios más amigables en los barrios, y a personas que desean ser parte activa en la prevención y detección de la soledad no deseada.
Ilusión y aprendizaje mutuo
A lo largo de estos años ‘Grandes Vecinos’ ha aportado sobre todo ilusión y mucho aprendizaje mutuo. Es el caso de Eva, una vecina de Chueca, que se ve de forma habitual con Manuel, un octogenario al que le encanta quedar para el vermú o tirar unas cuantas fotos. O de Pablo, que algunos días cocina para Aurelia y otros se deja invitar por ella a tomar algo. Para Aurelia esa relación es importante y, sobre todo, escuchar al pisar la calle ese “¿cómo vas Aurelia?”, que la recuerda siempre que no está sola.
Son muchos los ejemplos ya que ‘Grandes Vecinos’ está implantado en Chueca-Malasaña, Chamberí, Retiro, Salamanca, Tetuán, Arganzuela, Embajadores y Chamartín y este año ha llegado a Villaverde y Usera.
Abordaje integral de la soledad
Este programa realiza un abordaje integral de la soledad desde el ámbito de la detección y la intervención, implicando a la sociedad en esta misión. La detección se basa en un ‘mapeo’ de cada distrito y barrio para sensibilizar y difundir el proyecto, contactando con comercios del barrio, mercados o farmacias para que tengan una mirada activa ante la detección de la soledad no deseada. Ofrecen de esta forma a los mayores una respuesta o un espacio al que acudir o llamar, actuando como antenas.
Luego llega la intervención que se realiza con voluntarios, integrados en los llamados Equipos de Acción. Son ellos los que facilitan la creación de esas redes en el vecindario y fomentan la participación de los mayores en las actividades. Bastan tres o cuatro vecinos para crear ese grupo con el que los mayores pueden quedar para hacer recados juntos, ir a tomar algo o hacerse un teatro o un cine. No hay más compromiso de tiempo o de dedicación que el que cada voluntario pueda ofrecer. Se trata, en definitiva, de que esos ‘grandes vecinos’ sientan que no están solos.