Diseño como nexo de unión entre dos zonas geográficas alejadas pero estrechamente unidas: América Latina y Europa, con España y Portugal como puente. Diseño con el acento puesto en las personas y con un compromiso: mejorar la calidad de vida de los países. Eso es la Bienal iberoamericana de Diseño (BID), que cada dos años y ya van siete ediciones, trae en noviembre a Matadero Madrid lo mejor de la creatividad iberoamericana para reflexionar sobre las aportaciones del diseño al futuro común. Ahora acaba de abrir la convocatoria de 2020.
Este año viene centrada en un escenario inusual: la necesaria recuperación económica que deja la pandemia. “Los primeros esfuerzos recayeron sobre los sanitarios. Ahora toca sumar el de otros muchos: investigadores, inversores, diseñadores… porque todos somos parte de esa recuperación económica. Y, en ese empeño, el diseño es un factor estratégico”. Lo dice Manuel Estrada, presidente ejecutivo de la BID y uno de los fundadores de la Asociación de Diseñadores de Madrid (DIMAD).
Organizada por DIMAD, desde su inicio contó con el apoyo del Ayuntamiento, ahora a través del Área de Economía Innovación y Empleo, institución que además concede uno de los premios especiales del certamen: el de Diseño y Ciudad. Otro organismo, auspiciado también por el consistorio madrileño, la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) está detrás de otro galardón: el de Diseño y Participación Ciudadana. Dos notas que revelan la importancia que Madrid otorga al diseño como sector estratégico y referente internacional en imagen de la ciudad. Otro colaborador clave es la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo
Abierta la inscripción a profesionales y al talento emergente
Del 23 al 27 de noviembre, la Central de Diseño de Matadero volverá a ser escenario de debates, conferencias y encuentros con la novedad este año de otras actividades complementarias. Todo, como dice Estrada, «en un momento en el que el diseño cobra más importancia que nunca, con una economía que necesita reinventarse». Estas propuestas permitirán contextualizar los proyectos en el momento actual y en el futuro inmediato. Además habrá cerca de 35 actividades de entrada libre y gratuita (conferencias talleres, networking, ráfagas, mesas redondas) abiertas a la participación de la ciudadanía.
Un jurado internacional seleccionará los proyectos ganadores de los 19 premios, repartidos por disciplinas, que deben responder a criterios de sostenibilidad, desarrollo, inclusión, innovación, entre otros, y han de ser oportunidades para mejorar la vida de las personas. Entre los premios hay uno nuevo, el de Imagen Ciudad que busca distinguir las buenas prácticas, esas que no se valen de “grandes capas de maquillaje gráfico”, sino que detectan y ponen de relieve las mejores cualidades diferenciadoras y los valores urbanos y culturales de una ciudad.
Si eres diseñador y quieres participar tienes hasta el 8 de julio para hacerlo. Puedes presentar trabajos individuales o grupales, eso sí, han de estar producidos entre enero de 2018 y abril de 2020. Aquí tienes las bases de la convocatoria y el formulario de inscripción.
El sesgo humano del diseño iberoamericano
La Bienal, que nació en 2007 con la Declaración de Madrid suscrita por diseñadores de 14 países iberoamericanos, fue concebida no como una mera muestra de trabajos sino como un espacio de análisis, diálogo y reflexión sobre el diseño y la cultura, la educación, la industria, el mercado y, en general, la sociedad y sus necesidades. “El diseño en Iberoamérica -constata Estrada- tiene un concepto menos frívolo y más ligado a las necesidades concretas de las personas y al desarrollo de los pueblos que el de los países más industrializados. Es ese sesgo humano lo que nos diferencia”. El origen de ese hecho es claro: el diseño responde a las necesidades de las sociedades y son estas las que marcan el terreno donde los diseñadores despliegan talento y creatividad.
Algunos de los proyectos ganadores de la pasada edición
Aunque la BID empieza siempre en Madrid, en la Central de Diseño de Matadero, ha itinerado por más de 60 ciudades iberoamericanas y europeas. “No somos la Bienal de Venecia pero nos hemos convertido en un buen referente internacional y en la cita de diseño más importante de Iberoamérica”, subraya Estrada.
Imaginación, creatividad, soluciones
La edición de noviembre, en la que aún estás a tiempo de participar, será un buen muestrario de soluciones a las nuevas necesidades sociales, surgidas tras una pandemia que ha confinado a gran parte de la población mundial. Siempre ha sido así. En la última, la de 2018, los proyectos ganadores reflejan bien esa implicación, más allá de la estética, de los diseñadores iberoamericanos con las comunidades en las que viven y desarrollan su trabajo.
Como muestra, por ejemplo, el proyecto paraguayo ‘Mars. Móvil unipersonal Eléctric’ (Priscila Gächter), que se alzó con el galardón del Ayuntamiento de Madrid y que consistía en un vehículo unipersonal eléctrico medicalizado para llevar asistencia sanitaria de urgencia a zonas urbanas de difícil acceso y que ya está implantado en las dos ciudades más importantes del país: Asunción y Encarnación. O el aparcabicicletas de doble piso, ganador de la mención especial de esta misma categoría y firmado por cuatro diseñadores mexicanos (NEKO Desing), que en solo dos metros de ancho es capaz de albergar ocho bicicletas, incluidas las eléctricas.
No faltaron tampoco proyectos de amplio calado social como el chileno ‘Al colegio seguro’; el brasileño ‘Fronteira Livre’, una intervención pública en seis estaciones de Metro de Sao Paulo para llamar a la concienciación sobre el drama de inmigrantes y refugiados, o el español ‘Pixelata’, fusión de arte, concienciación ambiental y participación ciudadana, que se vale de latas de bebidas recicladas para hacer murales como el que abrió la pasada edición de la BID.
Quizá en este 2020, el reto sea más grande y, por eso también, más necesaria la visión y la aportación de los profesionales del diseño./