«El sábado por la mañana un árbol muy especial llegará a Villaverde. Tiene ramas, como todos, pero de sus ramas salen historias. Flores, manzanas, un gusano, un gato y un ratón parlanchín son los protagonistas, pero como las niñas y niños no entienden el lenguaje de los ratones, vienen acompañados de Concha, una titiritera cariñosa y alegre que les ayudará a contar los cuentos con gracia y salero. Y de gracia, salero, y muchas piruetas saben mucho Umami Dance Theatre, o lo que es lo mismo, los bailarines Gustavo y Jerome. Ellos van a hacer vivir al público una trepidante aventura, contada a través de varias historias entrelazadas sin descanso, que combinan la comedia, la danza contemporánea, el teatro, la acrobacia y la pantomima. Historias llenas de energía positiva y mucho humor. Y la que está llena, pero de globos, es la furgoneta de Leontina, que cada día emprende un viaje con cientos de globos pero claro, no sabemos si tendrá final feliz porque también lleva un alfiler…».

Son pequeñas pinceladas de las actuaciones que se podrán ver el sábado por la mañana en Villaverde dentro del VIII Festival de teatro y títeres de calle Titiriverde. Un parque situado al final del bulevar Berrocal, en el barrio de Butarque, será el escenario que acoja a 13 artistas de distintas disciplinas (teatro, magia, circo, títeres, cuentacuentos, batukada) que ofrecerán actuaciones para niñas y niños de todas las edades, de unos 45 minutos aproximadamente cada una de ellas.

Varias actuaciones de diferentes ediciones del Titiriverde 

El Titiriverde está organizado por la Asociación Vecinal Independiente de Butarque (AVIB), que lleva 8 años sacando adelante este evento, no sin esfuerzo. “Programar un festival así es complicado, porque está organizado por una asociación vecinal y tiene pocos medios económicos, aunque las cosas han mejorado mucho desde nuestros inicios porque ahora al menos tenemos colaboración económica municipal”, explica Antonio Abueitah, de AVIB.

“Sabemos que los presupuestos que manejamos no son acordes a la realidad laboral del sector, es decir,  muchos artistas vienen con un caché muy por debajo del que tienen habitualmente, y eso es quizá una de las cosas que más se deben valorar del Titiriverde, que la gente viene porque le apetece, porque le gusta el formato, y no exactamente por la aportación económica que recibe, que es mínima”.

Artistas profesionales y con compromiso

Es el caso del mago Lorenz de Parla, que señala: “Creo que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de todo tipo de arte y cultura, pero entiendo que no todo el mundo se puede permitir económicamente llevar un mago por ejemplo a un cumpleaños, o a una comunión, o llevar a sus hijos a un espectáculo de magia. Por eso me gusta participar en este tipo de eventos”.

Lorenz de Parla en una imagen en una actuación de calle

Lorenz de Parla llegó al teatro de calle de una forma casual. “Un día vi un espectáculo de magia de cerca y me quedé con la boca abierta. Me di cuenta de que yo quería hacer sentir así a la gente, tuve la sensación maravillosa de volver a ser niño, y quise aprender cómo transmitir esa emoción a otras personas”.

Algo similar opina la titiritera Concha González, de la compañía Taller de Nubes, que ofrece este año el espectáculo Ramas al viento. “Me encanta participar en este festival porque veo el empeño que pone la asociación vecinal en sacarlo adelante y llenar de ilusión a esas personas pequeñitas que vienen estos dos días a vernos”.

Ella prepara con mimo, y durante muchos días, semanas, incluso meses, absolutamente todo lo necesario para sus espectáculos: los escenarios, las marionetas, el guion. La música corre a cargo de Alfredo Bécker.

“Creo que es importante que un manipulador construya sus propios muñecos para desarrollar adecuadamente los movimientos –explica Concha-. Además así se crea una relación personal muy bonita, yo he aprendido de muchos personajes, que me han dado grandes lecciones de vida, después de manipularlos y respirar juntos”.

El Titiriverde cada año cuenta con la participación de artistas locales. En esta ocasión son la compañía circense Pika-Pika, la cuentacuentos Aurora Maroto o la titiritera Lucila Cabrales, del grupo A cuatro manos, que presenta el espectáculo Cuatro globos y un alfiler.

 

La titiritera Concha González, de Taller de Nubes, en su actuación del año pasado

El Titiriverde acabará este domingo por la tarde con un sueño: seguir creciendo. “Nuestra idea del festival –señalan desde AVIB- era poder impulsar un evento similar que se realiza en otras ciudades, con la referencia del Titirimundi de Segovia, o el festival de verano de Soria. Ir paseando por el distrito y encontrar una actuación en una calle, otra en un solar, una obra de teatro en un parque… Es un camino largo y complicado, pero no perdemos la ilusión de conseguirlo”. /

Programación completa del festival: http://bit.ly/2L58aYO