La diseñadora paraguaya Priscila Gächter muestra su galardón tras la entrega de premios celebrada el 26 de noviembre en la Cineteca
La diseñadora paraguaya Priscila Gächter muestra su galardón tras la entrega de premios celebrada el 26 de noviembre en la Cineteca

“Sólo tengo en mi mente palabras de gratitud”. Así comenzaba el mensaje de agradecimiento que la joven diseñadora paraguaya Priscila Gächter difundía emocionada en su red social poco antes de recibir de manos de Rita Maestre, portavoz del Ayuntamiento de Madrid y secretaria general de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), el Premio ‘Diseño y Ciudad’ gracias al reconocimiento obtenido por su proyecto ‘Mars. Móvil unipersonal eléctrico’, otorgado por el jurado internacional de la VI edición de la Bienal Iberoamericana de Diseño (BID18).

El proyecto Mars M1 de Priscila Gächter, que es un innovador vehículo eléctrico individual para atender emergencias, podrá verse en una exposición en la Central de Diseño de Matadero Madrid que recoge 900 proyectos presentados, 434 seleccionados y 160 piezas, desde el 26 de noviembre de 2018 hasta el 20 de enero de 2019.

Premio Diseño y Calidad: el sueño de Priscila

Todo esfuerzo requiere su tiempo. La idea de la creación de Mars M1 surgió en 2015 como un proyecto de tesis para finalizar sus estudios de Diseño Industrial de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción (Paraguay). Supervisado por el diseñador industrial César Vega como tutor, se hicieron investigaciones que duraron seis meses hasta que comenzaron su fabricación en 2016, contando con el apoyo financiero de la Entidad Binacional Yacyretá. El 70 % de la fabricación del proyecto se trabajó en un taller de la universidad en la que la diseñadora estudiaba. Aparte de diseñar, bocetar y dibujar, Priscila tuvo que colocarse guantes y gafas para ponerse ella misma manos a la obra y concluir su sueño paso a paso.

Actualmente su premiado proyecto es una realidad que ha podido traer hasta Madrid. La Mars M1, que destaca por su innovación y vanguardia, es un vehículo eléctrico individual para atender emergencias pensado para su circulación en zonas urbanas, de media y corta distancia. Consta de estructura compacta y ligera que le permite ser capaz de acceder a lugares donde el espacio es reducido. Está elaborado con aluminio de alta resistencia. Es respetuoso con el medio ambiente y dispone de una fuente propia que suministra energía eléctrica a sus baterías mientras está conectada a una toma de corriente, mediante un cargador inteligente con indicador led de estado, con un tiempo de recarga de 6 a 8 horas. Está equipada con un maletín básico de primeros auxilios, incluyendo un desfibrilador y un pequeño balón de oxígeno, para que un médico o técnico sanitario pueda asistir a personas en caso de emergencia. La moto puede desplazarse entre 16 y 29 kilómetros por cada carga, dependiendo del peso del conductor y del terreno. Soporta hasta 110 kilos, incluyendo al conductor y puede viajar a una velocidad máxima de 29 a 43 km/h.

Para Priscila recibir el premio ha sido “un reconocimiento al esfuerzo y a la dedicación. Proponerse metas y lograrlas es una satisfacción enorme la cual, a su vez, te ayuda a seguir trabajando con más motivación”.

Este proyecto toma como escenario de aplicación una zona turística en la ciudad de Encarnación al sureste de Paraguay, que se desarrolla en las orillas del río Paraná, en la conocida avenida Costanera. Una densa franja de costa que puede llegar a recibir hasta 70.000 turistas en un fin de semana. En la actualidad, su aplicación en Asunción y Encarnación, las ciudades más importantes de Paraguay, está siendo satisfactoria.

En este caso, se premia un diseño comprometido con la mejora de la calidad de vida de las ciudades. Un diseño pensado para las personas. La diseñadora destaca orgullosa que siempre ha contado con gente dispuesta a ayudarla. Piensa que el premio simboliza “un homenaje también a las mujeres de mi país, a su lucha constante por ser reconocidas y valoradas en su verdadera dimensión”. Finalmente, Priscila piensa que este reconocimiento “es un llamado al trabajo en conjunto entre todos, para la producción de diseño de calidad tanto en Paraguay como en Latinoamérica y el mundo. Porque como ven, sí se puede. ¡Nos vemos por el mundo!”.

Premio Diseño y participación ciudadana: En Belén (Amazonía peruana)

Una vez más la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) colabora en la Bienal Iberoamericana de Diseño 2018 otorgando el Premio ‘Diseño y participación ciudadana’ que procura rescatar la importancia del trabajo colectivo y del impulso de la participación comprometida de la ciudadanía.

En esta edición 2018 el galardón lo ha obtenido en el proyecto ‘Vistámonos de Bélén’. Se trata de proyecto peruano firmado por Julio Adrián Guerrero. Su autor se emocionó por la consecución del premio y exclamó feliz: “¡Belén girando por el mundo! ¡Viva Belén! ¡Viva La Rata Muerta!”.

Algunos de los adolescentes peruanos de la comunidad de Pueblo Libre (Iquitos, Perú) que participaron en el proyecto 'Vistámonos de Belén' que ha obtenido el Premio 'Diseño y participación ciudadana'
Algunos de los adolescentes peruanos de la comunidad de Pueblo Libre (Iquitos, Perú) que participaron en el proyecto ‘Vistámonos de Belén’ que ha obtenido el Premio ‘Diseño y participación ciudadana’

Presentado en la categoría de diseño de moda, textil y complementos, su autor ideó un taller comunitario con un grupo de adolescentes de entre 12 y 16 años que viven en la comunidad de Pueblo Libre del distrito de Belén en la región amazónica de Iquitos, en Perú, llamado ‘La Rata Muerta’. Un trabajo realizado por el proyecto ‘En Belén’ formado por payasos comunitarios. En ese taller diseñaron ropa y maquetas tridimensionales trabajando sobre el objetivo de mostrar, rescatar, valorar y enseñar la identidad de Belén. Toda la ropa que diseñaron la mostraron después en una pasarela celebrada como una fiesta en un festival del distrito.

A través del arte y la creación, los adolescentes pudieron cuestionarse estereotipos y estigmas sobre su barrio, produciendo otras imágenes posibles sobre su comunidad y reflejando su visión en ellos mismos. Julio Adrián Guerrero destaca del proyecto que “como si estuvieran jugando, inventan otros mundos posibles y una comunidad donde se puede soñar, porque Belén es mucho más que los problemas de cada día”. El pilar básico de su filosofía se basa en esta premisa: «Creemos en estas herramientas al servicio de las pequeñas revoluciones, pues apostamos por una transformación en el día a día y de persona a persona». Estamos ante un proyecto de superación personal y colectiva, centrado en adolescentes que afrontan cada día la realidad de tener que vivir en un lugar donde la vida se hace sumamente dura.