Viernes 6 de noviembre de 1868. Don Laureano Figuerola, ministro de Hacienda, firma el decreto de cesión de El Retiro al pueblo de Madrid a cambio de cinco mil pesetas. La noticia se publica al día siguiente en La Gaceta de Madrid. Así pues, desde aquel momento, el Ayuntamiento de Madrid permitiría la entrada al recinto a las ‘personas decentes’, es decir, a las mujeres que no lucieran un traje entallado a la cintura o enseñaran el hombro y a los caballeros que fueran a caballo desprovistos de capa y gorra.

¿Realmente habrá algún vecino o vecina adulta de Madrid que nunca haya pisado el Parque de El Retiro? Seguramente no. Este jardín histórico, que quiere ser Patrimonio Cultural de la Humanidad, al contrario que los ‘otros’ monumentos de piedra y ladrillo, cambia con cada estación como si fuera otro escenario diferente. Es la magia de El Retiro. No hay dos días iguales ni sensaciones repetidas. El Retiro cambia con la luz igual que sus paseantes.

Ciento cincuenta años ofreciendo su espacio para el ocio y el entretenimiento de los madrileños y madrileñas. Bien a pie, en carruaje, en barca o en bicicleta, el Parque de El Retiro es la referencia natural para disfrutar del tiempo libre en el centro de la ciudad. Cinco kilómetros de perímetro, 15 millones de visitantes al año, 118 hectáreas, 18 puertas, unos 20.000 árboles y cerca de 200 especies vegetales que acompañan a estatuas y esculturas firmadas por los mejores artistas de su época como Mariano Benlliure, Ricardo Bellver, Mateo Inurria o Aniceto Marinas.

El Retiro es mucho más que un parque histórico protegido, es un gran museo de arte y de recuerdos, de pisadas y juegos, de naturaleza y sonidos, de bailes y lecturas, de selfis y runners. Es el gran contenedor verde del viejo Madrid donde vendedores de pipas, músicos, ciclistas, cuentacuentos, marionetas, fotógrafos, payasos, ornitólogos y lectoras encuentran su lugar con la fidelidad de una pareja de enamorados.

Es una ciudad dentro de la capital. Aquel primer parque cortesano de Felipe IV, que luego dio paso al ‘reservado’ de Fernando VII, cumple 150 años al servicio del pueblo de Madrid como recuerda la inscripción de la Puerta de España: PARQUE DE MADRID. Como dejó escrito el ministro Figuerola, un parque destinado ‘exclusivamente al recreo del vecindario de esta capital’.

Y para celebrar esta efeméride, el Ayuntamiento de Madrid va a organizar un ambicioso programa de visitas teatralizadas, conferencias, exposiciones, publicaciones y planes de restauración para que el vecindario siga disfrutando otros 150 años de su parque favorito: el PARQUE DE EL RETIRO.

Más información: Jardines de El Buen Retiro