El punto de partida, la base de todo, está en su definición como “centro de creación y aprendizaje para público infantil y adolescente”. Ellos son los protagonistas. Y la principal fortaleza de ese centro, sin duda, es el entorno privilegiado en el que se encuentra: la Quinta de los Molinos.

El cruce de ambas premisas es el que alumbra la concepción del centro. Porque no sólo se trata de un lugar al que ir puntalmente, disfrutar de una actividad y volver a casa, que también lo es. Queremos que Espacio Abierto sea “casa”. Sea cuarto de estar; cuarto de juegos; esa mesa de la cocina donde desgranar largas charlas llenas de complicidad; el refugio donde juntarse con los amigos, incluso donde hacer nuevos amigos… No es una frase hecha cuando nos referimos al centro como “punto de encuentro”, y punto de encuentro para TODOS. Esa es su verdadera vocación.

De ahí su nombre: Espacio Abierto. Todos somos bienvenidos a esta casa. Como lo son todas las realidades que coexisten en el mundo que vivimos. Y sobre todas ellas queremos reflexionar y aprender. Y no hay mejor manera de abrir la mente, de compartir miradas, que a través de la creación, nuestra otra gran protagonista, junto a los valores universales que queremos que presidan en todo momento el centro, su actividad y su día a día. Hablo de tolerancia, sensibilidad, cooperación, honestidad, responsabilidad, empatía, equidad, solidaridad…

Y hasta aquí, los cimientos: una perspectiva clara, el público infantil y adolescente; un entorno natural lleno de

posibilidades, en todos los sentidos; y unas herramientas básicas: la creación y lo mejor del ser humano. ¿Y cómo le hemos dado forma?

Por un lado, tendremos una programación estable en el auditorio y en las tres aulas maravillosas que hay en la primera planta. Siempre con nuestro público protagonista como destinatario. Artes escénicas, música, cine, artes plásticas y digitales, gastronomía, naturaleza, literatura, fotografía… toda destreza creativa que pueda ser compartida, aprendida y disfrutada cabe en Espacio Abierto.

Y por otro lado, contamos con la casa en sí. El propio centro convertido en ese “cuarto de estar” del que hablaba antes, al que volver una y otra vez, a encontrarse con la naturaleza, a relajarse, a jugar, a compartir.

Un cuarto de estar

En ese sentido, tres son los espacios que se convertirán en auténtica carta de presentación del centro: el Café-jardín, la Urbanoteca y el #PlayQuinta.

El Café-jardín se explica por sí solo. Era imprescindible dar un servicio de cafetería al público, y queríamos introducir el jardín dentro del edificio, además de convertirlo en un espacio singular. Pero la clave en este Café-jardín, está en uno de los pilares fundamentales del centro: el programa La Quinta Cocina. Una escuela de hostelería para jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, impulsada desde el Área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo del Ayuntamiento, y gestionada por la ong CESAL. Bajo el lema “Aprender haciendo”, 120 alumnos, entre los 16 y los 23 años, saldrán cada año de este Espacio Abierto con una formación laboral y un minucioso trabajo de formación y orientación ocupacional, que verdaderamente pueda inspirar su futuro. Para nosotros, este programa, como digo, es parte fundamental del centro, y es una verdadera declaración de intenciones.

Además de este espacio, como os decía, tenemos uno reservado al juego libre para los más pequeños, la Urbanoteca. Y la hemos llamado así porque alberga otro de los hilos conductores que iremos trazando poco a poco: la ciudad, el urbanismo, urbanidad y ciudadanía… Conceptos que queremos poner al alcance de los niños para que empiecen a pensarlos, a jugar con ellos, a regalarnos las ideas que les inspiran, libres, llenas de imaginación y limpias de prejuicios. El tercer espacio para encontrarse o perderse -según se mire-, para estar entre amigos o iniciar nuevas amistades, es el #PlayQuinta, destinado a los adolescentes entre 13 y 16 años.

En resumen, la idea es que pueda venir toda  la familia, que cada uno encuentre su lugar, su actividad y que disfruten del espíritu que queremos que presida el centro y que contagie a todos los habitantes que, de una u otra forma, participemos de él.

Un punto de encuentro entre creadores y nuestro público

Y eso incluye a ese otro pilar que queremos que sustente y alimente el centro: la creación. También queremos que Espacio Abierto sea punto de encuentro para los creadores y profesionales que ponen su mirada en nuestro público protagonista. Soñamos con convertirnos en espacio deseado por ellos, en busca de inspiración, empatía y un público fiel. Ese es otro de nuestros grandes objetivos.

Por eso hemos diseñado dos programas específicos para ellos: La Quinta Crea y La Quinta en Compañía.

El primero irá conformando un universo de pequeñas piezas, de cualquier disciplina artística, que sean inspiradas y creadas por y para Espacio Abierto. Del mismo modo, con La Quinta en Compañía queremos marcar un tempo propio, un espacio, un mimo, una calma, que permitan el reposo, el encuentro, el trabajo pausado y compartido para los profesionales que vayan participando del programa. Se trata de abrirle las puertas a artistas y compañías, para que permanezcan con nosotros durante un periodo de tiempo determinado (alrededor de un mes, en principio), y que nos muestren varias de sus obras, sus procesos de trabajo, que compartan espacio y talento con otros artistas y que enseñen a jóvenes y pequeños cómo buscar e investigar su propio talento.

En definitiva, queremos sumar, queremos crecer juntos, queremos reconducir el paso las veces que haga falta, siempre de mano de todos los que vivamos día a día este Espacio Abierto.

Y ahí entran también los centros educativos, que van a encontrar en esta gran casa un espacio de debate, de experimentación y de trabajo. Un hombro dispuesto a arrimar energía, medios y disposición para abordar los temas qué están más vivos en las aulas y que necesitan nuevas fórmulas y planteamientos. También estamos aquí para ellos, con el programa La Quinta Con-Ciencia y con los brazos extendidos, deseando ponernos, juntos, manos a la obra.

Acabo ya… Y lo hago, precisamente, con una frase que me encanta y que muchas fuentes atribuyen a Albert Einstein (no está claro que sea suya, pero a mí me encanta pensar que un científico universal como él la dijera): “La creatividad es contagiosa. ¡Pásala!” Ese va a ser nuestro lema. Y no hay mejor momento para compartirlo que con vosotros, medios de comunicación. Ojalá os sintáis inspirados por esa magia sutil, apenas imperceptible, y hagáis correr como la pólvora esa “casi consigna”: La creatividad es contagiosa, ¡¡PÁSALA!!