La Sección Canina de Policía Municipal se creó en 1983 y es una de las pioneras en todo el territorio español. En la actualidad cuenta con 22 perros, todos ellos calificados como “detectores”, y especializados en la detección de explosivos, estupefacientes, rescate o BCL (billetes de curso legal).

Pero, además, la sección cuenta con dos agentes caninos, Black y Drake, pioneros en tener una doble especialidad: en explosivos y rescate de personas, algo muy difícil de conseguir.

Rafael de la Gándara con un agente canino en la clínica veterinaria de Policía Municipal

El sargento Rafael de la Gándara, responsable de la Sección Canina, explica que: “Es muy importante el marcaje, el modo con el que el perro indica que ha encontrado una sustancia determinada. Por ejemplo, en la detección de drogas los perros rascan el terreno, lo que, lógicamente, no puede hacer un perro que encuentra explosivos, cuya forma de marcaje es sentarse cuando encuentra algo. Otro ejemplo: el perro que busca personas, cuando piensa que ha encontrado algo, ladra”.

Por eso, continúa De la Gándara, “es difícil adiestrar perros en doble especialidad, y con Black y Drake hemos conseguido, a base de mucho entrenamiento, que aprendan el marcaje tan diferente de ambas cosas. Ya llevamos un tiempo con ellos y la verdad es que lo hacen de maravilla, ladran o se sientan, identificando perfectamente una u otra cosa”.

Mejora en las instalaciones

Y precisamente porque estos 22 perros son una parte importante del equipo de la Policía Municipal, el Ayuntamiento ha rehabilitado las instalaciones de la Sección Canina, para dotarlas de mayor confort. Las tareas de mejora han incluido el techado de los patios exteriores de los cheniles –los habitáculos donde duermen- para que los animales puedan tener zonas de sombra en el verano estén protegidos del frío en el invierno.

Además, se han compartimentado los bloques de esta zona de manera que les quede una zona verde para juego; se han instalado nuevas puertas y se ha cambiado toda la cerrajería, para permitir un mejor control de los animales y una mayor seguridad para ellos, y se ha rehabilitado la clínica veterinaria.

Por otra parte, se han instalado camas calefactables y se ha mejorado en general la climatización de las perreras con un sistema que reduce el consumo energético en más de un 80%. Finalmente, se ha construido una clínica veterinaria para un perfecto cuidado de los animales, así como un centro de baño y cuidados higiénicos.

Efectos positivos de la música

Como novedad, cabe destacar que se ha instalado un sistema de audio para ponerles música y relajarlos. De la Gándara señala que: “Están contrastados los beneficios que representa la música en la reducción de los niveles de estrés en los perros. La técnica que utilizamos se llama Efecto Mozart y consiste en poner a los animales varias veces a lo largo del día música clásica, siempre en función de los servicios que tengan y de las necesidades específicas de los animales”.

Sin duda, mejoras que ayudan a una mayor calidad de vida de estos animales, que son ya unos compañeros más de los agentes de Policía Municipal.