Cuando Drago llegó a los estudios de M21 fue la sensación. Todos querían saludarlo, y él estaba encantado de las muestras de afecto. Vino acompañado de su guía y compañero de trabajo, Javier Álvaro, y del jefe de la Sección Canina de Policía Municipal, Rafael de la Gándara. Con ellos aprovechamos para saber más de esta unidad.

Javier Álvaro y Rafael de la Gándara acudieron a «Mientras duermes» a contar el trabajo de la Sección Canina

La Sección Canina de Policía Municipal de Madrid se creó en 1983, contando entonces únicamente con 6 perros. Fue pionera en España y una de las primeras a nivel europeo en adiestrar perros policía. En la actualidad son 22 los perros que forman esta unidad especializada.

De la Gándara explicó que estos perros tienen un guía asignado. “Cuando llegan a la sección canina, tras evaluarlo y aceptarlo, se le asigna a un policía, que son guías caninos especializados, y toda su vida profesional están con este agente, pero se nombra también a un padrino  y en caso de ausencia de su guía, trabajan con esta otra persona”.

Perros jóvenes y con ganas de jugar

Los perros seleccionados son jóvenes, pero no cachorros, “porque todavía no sabemos qué tipo de carácter van a desarrollar”- explica De la Gándara. Suelen entrar con diez meses más o menos y no suelen coger perros de más de dos años. “Hay algunas razas más idóneas, las de trabajo, de caza, pero lo más importante es que sean perros que tengan muchas ganas de jugar, que quieran encontrar cosas”.

Drago lleva con Javier Álvaro apenas unos meses pero han congeniado muy bien y forman un gran equipo

“Las especialidades que tenemos son aquellas en las que necesitamos lo que llamamos perros detectores, que buscan cosas, básicamente trabajamos en la localización de sustancias estupefacientes, billetes de curso legal (BCL), explosivos y el rescate de personas en casos de catástrofes”, explica el policía.

Javier Álvaro explica que el trabajo “se hace por asociación, la mayoría de casos olfativa. Ellos no saben que buscan una droga determinada, o un billete falso, pero nosotros les adiestramos en la identificación de estos olores y cuando estamos en una operación para él es un juego y es lo que tiene que buscar”.  En este tipo de actuaciones es importantísimo el trabajo de los perros policías, “porque ellos pueden tardar apenas unos minutos en detectar una determinada sustancia, y es algo que a nosotros nos costaría muchísimo más tiempo. Y cuando hablamos de explosivos, o de rescate de personas, el tiempo es valiosísimo”.

Black y Trake, agentes caninos con doble especialidad

Esta sección además puede presumir de un hecho novedoso, y es que tienen dos agentes caninos con doble especialidad, es decir, que combinan dos técnicas de detección.

“Es muy importante el marcaje, cómo el perro te indica que ha encontrado una sustancia determinada. No es lo mismo buscar personas que drogas o explosivos. Por ejemplo, en la detección de drogas los perros rascan el terreno, algo que, lógicamente, no puede hacer un perro que encuentra explosivos, que su forma de marcaje es sentarse cuando encuentra algo. O por ejemplo el perro que busca personas, cuando piensa que ha encontrado algo, ladra”.

Otro de los perros policías a las puertas del palacio de Cibeles, donde realizan inspecciones habituales

Policía Municipal ha conseguido la doble especialidad con sus agentes Black y Trake, que primero aprendieron a detectar explosivos y ahora han aprendido a localizar a personas.

Se acaba el tiempo del programa y Drago se ha portado estupendamente aunque, eso sí, no ha dejado de olfatear los micrófonos y los cascos. Javier y Rafael se despiden señalando lo gratificante que es para ellos trabajar en esta sección.

“Hay que tener en cuenta que para los perros este trabajo es como un juego, y son felices haciéndolo, así que eso se transmite en el ambiente de trabajo. Somos unos privilegiados de tener estos compañeros de trabajo”.