Todo comenzó en marzo de 2015, cuando personal del Servicio de Conservación de Zonas Verdes del Ayuntamiento en una visita de inspección a Ciudad Pegaso comprobó el estado en el que se encontraba este barrio del distrito de San Blas-Canillejas. El deterioro del arbolado, el mal estado de la jardinería y la falta de accesibilidad en un barrio con un índice elevado de población mayor provocaron que el Ayuntamiento de Madrid se pusiera manos a la obra.
Durante los meses de junio, julio y agosto de ese mismo año el personal municipal inspeccionó árbol por árbol y realizó un inventario con todos los ejemplares. Nada menos que 2.796 fichas en las que se identificaba la especie, localización, características, estado…. Con todo este trabajo se realizó un informe con una propuesta de actuación que se puso en marcha pocos meses después, en diciembre de 2015.
El proyecto comenzó con lo más urgente, el apeo de los árboles en riesgo, es decir, los que debido a su deterioro suponían un peligro para los vecinos. Después llegó la reposición de gran parte de los ejemplares, para lo que se optó por incrementar la variedad de especies, siempre pensando en los árboles más adecuados al entorno y que a su vez iban a mejorar la biodiversidad de la zona. En algunos casos los árboles no se han repuesto debido a su mala ubicación (impedían la accesibilidad, estaban muy cercanos a edificios, en aceras estrechas…). Además del nuevo arbolado, en las zonas que hay entre los bloques se han plantado abundantes arbustos con diversas floraciones que aumentan la calidad paisajística en estas zonas tan frecuentadas por los vecinos.
Desde el principio la ciudadanía estuvo informada de todas las actuaciones que se iban a llevar a cabo y el Ayuntamiento tuvo en cuenta su opinión. Así, en la remodelación se han mantenido las zonas ajardinadas que los propios vecinos habían creado y estaban conservando, se ha incorporado el riego y añadido las plantaciones necesarias.
¿Por qué es un proyecto sostenible?
La sostenibilidad ha estado presente en todas las actuaciones. Los terrizos deteriorados se han organizado en zonas transitables y en zonas ajardinadas. Para las primeras se ha utilizado zahorra, un material permeable que, a diferencia de la tierra, es más limpio, no se forma barro, no crecen malas hierbas y los ciudadanos pueden transitar. El ajardinamiento está compuesto de arbustos y de mulch, un material obtenido a partir de los restos vegetales de podas y que se elabora en la planta de compostaje de Migas Calientes. Además de mantener la humedad y evitar que nazcan malas hierbas aporta nutrientes al suelo. Para conocer el funcionamiento de esta planta, el Ayuntamiento organiza visitas guiadas en Migas Calientes.
El riego de todas las zonas remodeladas se realiza por telegestión, un sistema de control remoto vía radio que fomenta el ahorro y la eficiencia en el uso del agua en más de un 30% y además reduce los costes de mantenimiento. Gracias a su capacidad de autogestión y a los sensores de viento, lluvia y temperatura, corta el riego cuando llueve, hay mucho viento o detecta una fuga. Además, los técnicos pueden intervenir en las programaciones y en tiempo real desde cualquier dispositivo web (tablet, pc, móvil…).
Los vecinos de Ciudad Pegaso, que en un primer momento manifestaron cierta reticencia a las intervenciones, ahora se sienten orgullosos de las zonas renovadas y nos indican que además de tener un barrio más cuidado, la accesibilidad ha mejorado.
Acaban de finalizar los trabajos de la II fase y se prevé continuar el próximo año con el resto de las zonas.