Respeto, convivencia, integración, diversión, cohesión social, compañerismo, colaboración, afán de superación… los valores que inculca la actividad deportiva son innumerables y valiosos y contribuyen a una sociedad mejor.
Y frente a ello, toda una industria de ropa y calzado deportivo fabricado en países poco desarrollados en los que la mano de obra es muy barata y sus leyes permiten la explotación de niños y mujeres, para luego vender en el mercado productos caros que pocos se pueden pagar.
Una respuesta necesaria
Pero, existe una respuesta, la que realiza Taller de Solidaridad, una ONG de Cooperación Internacional cuyas acciones se centran principalmente en mejorar la situación de las mujeres, y que entre sus líneas de acción contempla el Comercio Justo como una herramienta fundamental para romper la desigualdad.
“Ropa Hecha Con Amor” (RHCA) es la marca pionera de ropa con que esta ONG busca crear conciencia sobre el impacto que tienen los hábitos de consumo sobre las personas que producen lo que se compra y se consume en países como el nuestro.
Esta organización ofrece un salario digno, en ocasiones por encima del salario mínimo del país, y unas condiciones de trabajo seguras donde los derechos laborales, tales como vacaciones y permisos de maternidad y paternidad, están garantizados. Además, ofrecen ayudas para la compra de arroz.
Madrid en su objetivo
Desde hace cinco años distribuye ropa deportiva elaborada en Filipinas entre equipos deportivos y centros educativos de distintas ciudades de todo el país, una actividad que complementa con una labor pedagógica y de sensibilización sobre el Comercio Justo y el Consumo Responsable.
Este año Taller de Solidaridad, buscando el apoyo del Ayuntamiento, se propone acercar este proyecto a la ciudadanía de Madrid en diferentes distritos de la ciudad con el fin de promover entre los jóvenes y las personas que practican ejercicio físico y deportes una ciudadanía global y solidaria.