En total hay ocho Espacios de Igualdad distribuidos en 7 distritos, aunque uno de los objetivos del Ayuntamiento es ampliar el número de estos espacios. Mónica Bucley y Laura Moreno, coordinadoras de los espacios de igualdad Clara Campoamor y Dulce Chacón respectivamente, ambos en Villaverde, nos cuentan qué ofrecen en este recurso municipal. La entrevista se hace en un pequeño hueco que ambas han conseguido porque la actividad en sus centros, con la preparación de los actos por el Día Internacional de las Mujeres, es frenética estos días.
¿Cuál es la población que puede utilizar este recurso municipal y cuál es la media de edad de las personas que más lo demandan?
Mónica: Nuestra población diana son mujeres y la atención personalizada es solo para ellas, si bien las campañas de sensibilización van dirigidas tanto a mujeres como a hombres.
Laura: Además, no hace falta que la persona que venga sea del distrito. Atendemos a personas de cualquier distrito e incluso por nuestra situación, a veces tenemos usuarias de poblaciones colindantes del sur de Madrid. Y en cuanto a la media de edad, hemos atendido desde chicas jóvenes hasta mujeres de más de 70 años, aunque la media de edad mayoritaria suele ser entre los 30 y los 50 años.
¿Cuál es el objetivo de estos centros, la línea principal sobre la que trabajáis?
Laura: La clave, en cualquier servicio, sea individual o grupal, es la perspectiva de género, el empoderamiento de la mujer. Esto es un espacio para que ellas se sientan escuchadas, donde se sientan con confianza para hablar de todo, y por supuesto, un lugar para tomar conciencia de que existen aún muchas desigualdades y que la igualdad entre hombres y mujeres no es real.
¿Qué tipo de servicios ofrecéis aquí?
Laura: En los centros se hacen talleres de sensibilización dirigidos a hombres y mujeres, y otros muchos talleres y actividades grupales, charlas, dirigidas a las mujeres. En el Dulce Chacón además, como nació inicialmente siendo un centro socio-educativo, continuamos llevando a cabo actividades con población gitana y tenemos un grupo de menores entre 10 y 15 años. Por otra parte en los E.I. ofrecemos atención individualizada de asesoramiento jurídico, psicológico y laboral.
Mónica: Me gustaría dejar claro que este tipo de asesoría personalizada (sin coste para las usuarias) se hace en estas tres materias pero siempre y cuando sean temas relacionados exclusivamente con la mujer y cuestiones de género. Por ejemplo el servicio jurídico asesora sobre derecho civil y familiar y, por ejemplo, un 80% de las consultas son de mujeres que quieren separarse y vienen a pedir información. Si son casos de violencia machista los que motivan esta separación pues quieren saber qué les puede pasar si denuncian, cómo les puede afectar … nuestro objetivo obviamente es animarlas a que denuncien. En el caso de asesoría laboral intentamos orientarlas en la búsqueda de empleo, cómo pueden mejorar sus herramientas, o si demandan una reorientación profesional cómo hacerlo, si vemos que hay una cierta brecha digital ayudarles a superarla, etc. Y en el tema de asesoramiento psicológico pues igual, tienen que ser mujeres que presenten una necesidad de atención psicológica derivada por su condición de género.
Laura: Nosotras en el Dulce Chacón, como está en un barrio con mucha población inmigrante, en asesoría jurídica atendemos muchos casos relacionados con extranjería. Mujeres que quieren saber qué documentación les hace falta, los pasos a seguir para conseguir los papeles, etc.
Pero además los Espacios de Igualdad trabajan en coordinación con las Juntas ¿no?
Mónica: Exacto. Por un lado, los 8 espacios de igualdad del Ayuntamiento trabajamos cuatrimestralmente una serie de temas transversales como la corresponsabilidad, la participación o la violencia machista. Por otro lado están las agentes de igualdad, que hay una por distrito y cuya función precisamente es llevar las políticas de igualdad municipales a todos los barrios. Con ellas trabajamos en temas transversales de género, de manera que hacemos un trabajo coordinado en muchas materias con las juntas municipales de distrito.
Ambos centros están en funcionamiento desde 2005 y vosotras dos lleváis ya muchos años trabajando en esta materia. Personalmente ¿tenéis la percepción de que se ha avanzado mucho o aún queda mucho camino por recorrer?
Laura: Yo quiero creer que hemos avanzado, pero también es preocupante el hecho de que estén surgiendo grupos organizados de hombres contra el movimiento feminista, o que haya adolescentes que tienen unas ideas que creíamos que estaban superadas y vemos que no es así.
Mónica: Ahora hay más sensibilización, es cierto. Están saliendo además otros temas como las nuevas masculinidades y hay que estar pendiente. El machismo no sólo afecta a las mujeres, también a los hombres, que están educados en una sociedad en la que no tienen que llorar o expresar ciertas emociones. No me quiero deprimir porque las leyes, y la respuesta social hacia ciertos temas demuestra que avanzamos, pero a veces creo que nos estancamos. De hecho siguen existiendo los micromachismos y los neomachismos.
¿Y qué se puede hacer?
Mónica y Laura: Educación y más educación. Nos molesta cuando se utiliza el término feminista radical como algo negativo. Radical significa ir a la raíz del problema, así que reivindicamos la radicalidad. Educar a los niños y niñas desde bien pequeños es básico para conseguir una igualdad real entre hombres y mujeres.