“Trae, que te pongo aquí un alfiler”, “oye, el puerro te ha quedado auténtico, me encantan esos pelillos que le salen por arriba”, “éste es el de Jana, que como es más delgadita le hemos dejado el traje de zanahoria”, “yo casi me sé ya la canción, pero tenemos que ensayar más todas juntas”.
En una de las habitaciones del Espacio de Igualdad Clara Campoamor, un grupo de 7 mujeres participa en en el taller “Chirigotas por la igualdad”. Aunque ahora mismo, viendo las agujas, hilos, telas y goma eva esparcidas por toda la sala, cabría pensar que están preparándose para carnavales.
“Queríamos utilizar el Día Internacional de las Mujeres, que es algo muy serio, para reivindicar la igualdad pero en un ambiente lúdico y festivo”, explica Jana Pachón, una de las educadoras sociales de este espacio municipal. Este taller, que se ha desarrollado durante 3 miércoles del mes de febrero y el primero de marzo, se organiza desde hace años en diversos Espacios de Igualdad (E.I.) del distrito para participar en el ‘Concurso anual de Chirigotas” en el que participan todas las entidades y recursos del Espacio Planta Forma de Género de Villaverde. Cada recurso presenta la chirigota que se ha creado con los grupos de mujeres con los que trabaja.
Paloma Sánchez, Isabel Cozar, Estrella Serrano, Carmen León, Isabel Sánchez, Rosa Yébenes y Mari Carmen León (hoy faltan dos compañeras), tuvieron que elegir una canción para “tunearla” y un motivo para el disfraz. “Elegimos ir disfrazadas de verduras de forma simbólica. Porque las verduras son necesarias, todas ellas, y todas aportan cosas buenas, pero cada una de ellas tiene necesidades diferentes”, explica Jana. “Por eso algunas vamos disfrazadas de verduras femeninas –explica una de las mujeres– y otras de verduras masculinas, para que haya de todo”.
Los disfraces se han confeccionado en los días de taller, pero también cada una en sus casas. “Es que aquí no tenemos máquina de coser –explica otra– así que aquí hacíamos la puesta en común, hilvanábamos las telas y luego las que más saben coser nos han ayudado a las que no nos defendemos muy bien”. El resultado es una huerta muy particular donde habrá pimientos, zanahorias, puerros…
Elegido el disfraz, había que seleccionar una canción. “En estos casos siempre buscamos una canción conocida, pegadiza y alegre –apunta Jana– y hubo propuestas como La cucaracha, que igual era un poco infantil, o La chica Ye-Yé, que casi casi nos convenció pero finalmente optamos por La bilirrubina, de Juan Luis Guerra”.
Tras un trabajo en equipo en el que han invertido más de 12 horas, este grupo de mujeres cantará y bailará esta conocida canción pero en lugar de escuchar el conocido “me sube la bilirrubina…”, escucharemos «Me sube toda la autoestima, ¡ay! Me sube toa la autoestima. Cuanto te miro y tú me miras, ¡ay! De igual a igual y sin sumisas, ¡no! Y sin maridos que esclavizan…”. Y también se les escuchará cantar “Nos inyectaron distintos valores, ehhhh, por tener una distinta biología. Nos inculcaron diferentes roles, en el mismo momento en que nacía”, y así toda la canción, adaptada para reivindicar una igualdad real entre hombres y mujeres.
Jana Pachón señala que “el grupo es diverso. Tenemos a varias de las componentes del colectivo Lideresas de Villaverde, que están muy concienciadas con el tema de la igualdad, pero también otras mujeres que vienen porque necesitan relacionarse con otras mujeres o porque vienen a otros talleres y están en el proceso de empoderarse, y estas actividades creativas les vienen muy bien”.
El resultado lo podremos ver el próximo viernes, 10 de marzo, de 10 a 12 horas en el Centro Cultural Los Rosales. Será entonces cuando una divertida huerta de verduras baile y cante a ritmo de bachata para reivindicar que otra sociedad, más igualitaria y justa, es posible.