Imaginaos un día laborable anterior al año 2000. Hombres y mujeres caminan con prisa para llegar a su trabajo en el Ayuntamiento. En el semáforo de la plaza de Cibeles, unos agentes de la policía municipal regulan el tráfico. Unos periodistas, micrófono en mano, formulan a unos empleados municipales esta pregunta: ¿Qué conoce del alcalde? Respuesta: Pues se trata de un hombre público…

Ahora un día laborable de 2017. Mujeres y hombres caminan con prisa para llegar a su trabajo en la Administración Municipal. En el semáforo de la plaza de Cibeles, unas agentes de la policía municipal regulan el tráfico. Unas periodistas, micrófono en mano, formulan a unas empleadas municipales esta pregunta: ¿Qué conoce usted de la alcaldesa? Contestación: Se trata de una mujer… pero con toda probabilidad se obviará “pública” por su sesgo peyorativo. Estamos ante uno de los ejemplos citados por la Guía en el apartado dual aparente. Relacionado con este apartado figuran los vocablos ocupados, palabras que en su forma femenina indican profesiones inferiores: gobernanta, secretaria, asistenta.

Cambios sociales  que suponen una evolución en el uso de la lengua común y a los que también debe dar respuesta el lenguaje administrativo en su comunicación con la ciudadanía estableciendo normas sencillas y evidentes como las que se recogen en la Guía para la utilización de un lenguaje inclusivo en el Ayuntamiento de Madrid y sus organismos autónomos.

Conseguir un lenguaje no sexista

Los primeros cambios lingüísticos para eliminar las expresiones sexistas en los documentos administrativos se pusieron en marcha  en el I Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres (2001-2005), finalizando con la revisión de las denominaciones de los puestos de trabajo en abril de 2016.

Posteriormente, la Estrategia para la Igualdad entre Mujeres y Hombres de la Ciudad de Madrid (2011 -2015)  impulsaría la promoción y consolidación del uso del lenguaje, contenidos e imágenes no sexistas en toda la documentación municipal, así como en las campañas de información promovidas por el Consistorio.

A día de hoy, la última medida que jalona esta trayectoria hacia la igualdad impulsada por el lenguaje es la publicación de la Guía  para la utilización de un lenguaje inclusivo y no sexista elaborada por el  Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo y la Gerencia de la Ciudad, en cumplimiento de la proposición del I Plan de Igualdad entre Mujeres y Hombres, de 15 de diciembre de 2016.

Gramática y semántica

La Guía ofrece ejemplos prácticos para que el correcto uso del lenguaje administrativo logre el objetivo de la igualdad entre mujeres y hombres. Incluye supuestos como el uso de los sustantivos genéricos y colectivos: «persona interesada» en lugar de «el interesado»; el uso de perífrasis como «personal administrativo» en vez de «los administrados». También se incluyen aclaraciones como por ejemplo  que en caso de duda se utilicen los desdoblamientos en lugar del masculino únicamente, es decir utilizar «los vecinos y las vecinas del barrio» en lugar de «los vecinos del barrio». Respecto a las barras deben utilizarse «las/los usuarios» en vez de «los usuarios»; o «El/La abajo firmante» en lugar de «El abajo firmante».

En la Guía  se afirma que para referirse al conjunto del género humano, no debe utilizarse el vocablo “hombre” o su plural “hombres”, por ser claramente excluyente, en tanto que el género humano se compone de hombres y de mujeres. En definitiva, una conexión de la gramática y la semántica con el objetivo metalingüístico de la igualdad.