El despacho de Jorge García Castaño es amplio, sobrio y lleno de estanterías. Muchas están vacías, igual que las paredes. “No es que haya quitado nada, estaba así cuando llegué”, explica. En una de las vitrinas tiene un plano de gran tamaño del distrito, y en otra un cuadro que reproduce el décimo de la Lotería Nacional que conmemoró los 100 años de la Gran Vía, una de las zonas que más interés acapara por muchos y variados motivos. De esta emblemática calle, y de otros muchos temas, hablamos con él cuando ha cumplido 10 meses al frente del distrito Centro.
Cuando tomaste posesión del cargo ¿qué te pareció lo más urgente que había que acometer en la gestión?
Lo más urgente –no digo que lo más importante- era el día del Orgullo, porque era lo más inminente. Para nosotros lo más importante era hacernos una idea de los instrumentos que teníamos para poder llevar a cabo el proyecto estratégico de Centro que todo el equipo tiene en la cabeza, pero que es difícil llevar a cabo con los instrumentos normativos que tenemos. Hay una presión muy fuerte sobre este distrito, en términos de grandes franquicias, de apartamentos turísticos, de zonas de ocio nocturno… que generan dificultades en el distrito. Lo primero era ver cómo encarábamos todos estos aspectos y los instrumentos que teníamos para ello.
¿Han sido muy intensos estos meses?
Mucho, intensísimos. Nos falta tiempo, pero también han sido muy productivos. Ahora tenemos una visión de conjunto, mucho más transversal de la que teníamos.
De las medidas que habéis tomado en este tiempo ¿cuál destacarías?
Pues la puesta en marcha del Área de Prioridad Residencial de Ópera. Quizá la que hemos puesto en marcha es la menos relevante para la gente que vive en el distrito pero sí deja ver la línea estratégica que vamos a llevar. Áreas de Prioridad Residencial, la introducción de la bicicleta como vehículo de transporte potente para desplazarse por los barrios… creemos que eso va a cambiar Centro.
Centro es un distrito muy amplio, con más de 130.000 habitantes y con 6 barrios con una idiosincrasia muy marcada. ¿Esto dificulta la gestión?
Es cierto que Centro tiene unos barrios muy característicos y con unas personalidades muy fuertes, con unos cuantos aspectos semejantes pero otros muy distintos. El barrio de las Letras tiene muy poco que ver con Lavapiés, en términos de renta, de origen de la población, etcétera, pero yo creo que también es una suerte contar con barrios tan diversos, con un tejido social potente, con consensos amplios en lo que hay que hacer en ellos en el futuro. Nosotros vamos a actuar por barrios, muy sobre el terreno y por supuesto muy pegados al tejido social. La heterogeneidad de los barrios no es un problema, es enriquecedor.
¿Cuáles serían los ejes principales de actuación para estos cuatro años?
Tenemos que ir a tres regulaciones básicas: Área de Prioridad Residencial para todo el distrito; Zona de Protección Acústica también para todos los barrios, y una regulación de los apartamentos turísticos. Que no quiere decir acabar con los apartamentos, en absoluto, pero sí regularlos, porque si no vamos a tener una problemática muy grave dentro de muy poco tiempo. Tenemos que hacer que estas tres cosas funcionen.
Hay algunas competencias que se les arrebataron a las Juntas Municipales de Distrito hace unos años y que ahora se quieren recuperar ¿Cuáles serían las más acuciantes para Centro?
Pues por una parte algunas competencias de actuación sobre la vía pública (pequeños arreglos, que si se rompe una acera no se tiren un año en arreglarla); actuaciones en zonas verdes, y quizá también el tema de licencias. Una parte de las licencias, o del procedimiento sancionador, tiene que estar en los distritos. Sobre todo pensando en actividades molestas. La declaración responsable está muy bien para actividades inocuas como una mercería, una frutería, pero para temas como la concesión de una licencia para una discoteca con capacidad para 1.500 personas, pues quien tiene que tener el control sobre eso son las Juntas, porque son quienes saben cómo afecta eso a la convivencia en el distrito. Ya no son actividades solo económicas sino que afectan a la vida de las personas, y creo que tienen que recaer en la Junta Municipal este tipo de decisiones.
Gran Vía es a menudo objeto de interés por muy diversos motivos ¿Es un referente a tener en cuenta a la hora de la gestión socio-económica del distrito?
El tema es el distrito en sí. Gran Vía ha acogido una nueva personalidad, que es la de ser una calle. Entiendo que está bien, yo no soy especialmente nostálgico y no me parece mal. Pero Centro es un distrito con muchísima población, y el conjunto del distrito no se puede convertir en un parque temático. Aquí vive mucha gente y tiene que seguir viviendo.
Este distrito, dejado en manos del mercado, se puede convertir en un sitio caracterizado únicamente por tener grandes franquicias, establecimientos hoteleros con terrazas y apartamentos turísticos, y esto podría provocar un descenso de población. La acción de gobierno tiene que combinar que Centro siga generando mucho empleo y siga siendo un distrito que tire económicamente del resto de la ciudad pero donde se pueda vivir, en todas las etapas de la vida. Que haya calidad de vida y las dotaciones adecuadas para que vivan niños, adolescentes, adultos, personas mayores…
Antes nos comentabas que uno de los temas urgente a tu llegada era el Orgullo, pero entonces el programa estaba prácticamente cerrado. El de este año entonces sí recogerá las ideas del nuevo equipo de Gobierno …
Aprobamos hace unos meses en el pleno de la Junta una Comisión para desarrollar una ordenanza del Orgullo, aunque no sé si nos va a dar tiempo para este año. Por un lado queremos potenciar y agradecer al movimiento de los colectivos que han traído uno de los eventos más importantes que tiene la ciudad de Madrid; por otro lado ayudar a programar más actividades culturales y reivindicativas y en defensa de los derechos humanos y por otro lado ampliar más la zona de celebración del Orgullo, que llegue a otros barrios, que además es al mismo tiempo una forma de descongestionar la zona de Chueca. Y todo ello lo haremos con la mayor participación ciudadana posible. Me da miedo que no lleguemos, pero desde luego lo vamos a intentar.
¿Qué te gustaría poder conseguir a lo largo de toda la legislatura?
Si todo sale bien, aunque seamos mucho menos megalómanos que Alberto Ruiz Gallardón, y las cosas las presentemos con más modestia, vamos hacia una reforma del eje “Atocha-Benavente-Carretas”; a la reforma de Plaza España, Gran Vía, Bailén, y la conexión con Madrid Río y la Casa de Campo, más el APR en todo el centro; y a la introducción del carril bici de forma contundente en el centro y en los ensanches. Creo que vamos hacia una transformación urbana fortísima que va a cambiar radicalmente el aspecto de la ciudad pero que, sobre todo, creemos que puede mejorar la calidad de vida de las vecinas y vecinos de Madrid.
Annabella Martínez
Medios de Comunicación. Ayuntamiento de Madrid