Hay un café en Madrid que quiso recuperar la sana costumbre de la tertulia. Por allí se perdían ilustres intelectuales rodeados de amigos disconformes, que para eso se inventaron las tertulias, para discrepar y buscar soluciones utópicas. A todos les unía un café y un rico dulce cuyos restos, como si se tratara de una fábula de Samaniego, eran consumidos por otro fiel cliente al que todos admiraban y protegían. Se trataba de un gorrión que aprovechaba las migas de las mesas para desayunar a cuerpo de rey, tal vez por la cercanía del Palacio Real. Tenía la habilidad de aprovechar la entrada y salida de los clientes para acceder al comedor cuando la puerta del local se abría o se cerraba.

Ahora estos simpáticos pajaritos, tan cercanos a nuestras costumbres, atraviesan malos momentos. Hay ciudades como Londres, Praga y Pekín que los echan en falta y si no hacemos nada desaparecerán en poco tiempo de Madrid o Barcelona. Su presencia siempre ha sido un acertado indicador medioambiental como los líquenes en el bosque sano o las ranas en los arroyos limpios. Dicen los estudios que España ha perdido un 11 % de su población en los últimos años y que la culpa es de todos. De una sociedad que limpia en exceso sus parques, que construye casas sin huecos, que tala los viejos árboles donde antes anidaban, que utiliza tratamientos químicos para eliminar las malas hierbas y las crías de los insectos, que diseña espacios de piedra y sin árboles, que contamina en exceso.

Según datos de SEO/BirdLife, en España había unos 165 millones de gorriones en 2006. En solo diez años, la población reproductora de nuestro país se ha reducido en unos ocho millones de ejemplares. La caída es más acusada en la meseta norte y Aragón que en la mitad sur del país. Se estima que la población europea de este pequeño paseriforme ha caído un 63 % en los últimos 30 años.

Hoy domingo 20 de marzo se celebra el Día Mundial del Gorrión, del gorrión común (Passer domesticus), el más urbanita de las cinco especies que viven en nuestro país. Se trata de una iniciativa de la Nature Forever Society de India y otras organizaciones conservacionistas de todo el mundo. Una jornada que pretende llamar la atención sobre la preocupante situación de la especie. Aunque son muchos, cada vez son menos. Precisamente esta alarma llevó a la Sociedad Española de Ornitología (SEO) a elegir al gorrión común como Ave del Año 2016.

El declive del gorrión es también el declive de nuestro modelo de desarrollo. Ellos son los primeros en advertirnos que nuestra calidad de vida es engañosa, de que nos estamos equivocando. Y Madrid no es una excepción. Aquí también se nota su menor presencia. Lo dicen los estudios. Esperemos que el Día Mundial del Gorrión (World Sparrow Day) sirva para darnos cuenta de que no vivimos solos y que nuestras decisiones afectan a todos, no sólo a los seres humanos. Una ciudad se construye desde el bien común y nuestros gorriones reclaman que respetemos su hábitat.

SEO/BirdLife, en colaboración con el Departamento de Educación Ambiental del Ayuntamiento de Madrid, presentó esta campaña el pasado viernes 18 de marzo en el CIEA Huerto del Retiro. En el acto se presentaron los hitos de la campaña Ave del Año, los materiales divulgativos y un exclusivo corto escrito y protagonizado por Forges y Toño Fraguas. Recuerda que lo que es bueno para el gorrión, es bueno para todos.