La atención en el actual sistema sanitario público en España responde a un modelo heteronormativo, coitocentrista, monogámico y patologizante que vulnera el derecho a la salud sexual y reproductiva de las personas TLGBQI (trans, lesbianas, gays, bisexuales, queer e intersexuales). Un estudio del Ayuntamiento, realizado por el organismo autónomo municipal Madrid Salud y llevado a cabo entre septiembre de 2016 y septiembre de 2017, visibiliza por primera vez en el municipio los numerosos y graves problemas con los que se topan en los servicios médicos la ciudadanía de Madrid cuya orientación y/o identidad sexual no se corresponde con la heterosexual.
Desde algo tan básico como la negación del nombre escogido, especialmente en hombres y mujeres trans, hasta prácticas sanitarias de exclusión por desconocimiento de posibilidades de contagio de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), pasando por dificultad de acceso a pruebas diagnósticas –por ejemplo, a las del cáncer de próstata en mujeres trans y las de cáncer de mama y ovarios en hombres trans–, el desabastecimiento hormonal, que favorece el abandono de los tratamientos y la adquisición de fármacos a través de métodos no regulados, o el maltrato administrativo, pasando por la dilatación del tiempo de espera y el peregrinaje médico.
Activistas por los derechos TLGBQI han solicitado el apoyo del Ayuntamiento, que cuenta con un programa específico de salud sexual y reproductiva y que no puede mirar hacia otro lado ante un problema tan grave. También realiza promoción y prevención a través de Madrid Salud con la mirada puesta en la población más vulnerable. En este sentido, cabe subrayar que 2016 fue el año con más agresiones TLGBQI-fóbicas en España, con un incremento del 36,1% respecto a 2015, según datos del Ministerio del Interior.
Por todo ello, el organismo autónomo Madrid Salud ha llevado a cabo una investigación, en colaboración con la comunidad universitaria y diferentes colectivos, sobre salud sexual y reproductiva de las personas TLGBQI cuyos resultados han sido presentados hoy por el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, en Medialab Prado. En la presentación han participado también Juana Ramos, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, y Sandra Fernández, investigadora de Universitat Rovira I Virgili.
Javier Barbero ha indicado que “es un orgullo presentar el diagnóstico participativo de las problemáticas que tienen que afrontar las personas TLGBQI en salud sexual, reproductiva y en el derecho al ejercicio de su identidad en la ciudad de Madrid y esperemos que esta investigación sirva de guía para comenzar a cambiar esta situación”.
Integrar la diversidad
La investigación de Madrid Salud pone de manifiesto que los obstáculos en el ámbito sanitario no se derivan del hecho de la orientación, identidad o sexo, sino de las dificultades que el actual modelo tiene para integrar la diversidad como un asunto central y no periférico. “Hay que resituar la heterosexualidad como una orientación sexual más, sin construir jerarquías de valor”, propone el estudio.
El gobierno municipal reconoce que la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y No Discriminación, aprobada por la Comunidad de Madrid en marzo de 2016, es un avance, pero el problema estriba en que no está implementada, y es urgente su protocolización en el sector sanitario.
Medidas concretas
El Ayuntamiento de Madrid ofrece su investigación como guía para iniciar el proceso de transformación del modelo sanitario y propone medidas concretas: entre ellas, generar espacios de trabajo y discusión entre profesionales y comunidad TLGBQI; formar al personal sanitario (como ya se está haciendo en Madrid Salud); eliminación de prácticas iatrogénicas (daños provocados por procedimientos médicos no adecuados); evaluación externa de los servicios públicos; modificar la fase de acogida (preguntar directamente por el género sentido); acompañamiento en situaciones de fuerte exposición corporal; actualización del modelo de prevención de las ITS; revisión de los sesgos sexistas de la cultura médica profesional, y la puesta en marcha de estrategias de aproximación con mensajes, carteles y campañas de cercanía y respeto a los derechos de la población TLGBQI./