El juego tiene un lugar propio en Madrid. Lo que a simple vista parece una actividad infantil, se convierte en una oportunidad para explorar, descubrir, inventar, compartir y celebrar. Este es el leitmotiv que impregna Espacio Abierto Quinta de los Molinos desde que Sara San Gregorio llegó para dirigir el centro cultural del Ayuntamiento de Madrid dedicado a la infancia y la adolescencia.
En un entorno rodeado de vegetación y donde las salas de la antigua finca dan paso a espacios llenos de creatividad, hablamos con Sara San Gregorio, directora de Espacio Abierto, después de presentar la temporada de otoño, que incluye 85 actividades para jugar y crear. Bajo el lema ‘Ver lo Invisible’, la nueva programación invita a mirar de otra manera, descubrir tesoros en lo cotidiano y dar valor a lo invisible igual que hacen los niños y adolescentes que vienen al centro y son capaces de descubrir y crear más allá de lo que se encuentran a simple vista.

En menos de un año, San Gregorio ha conseguido que haya más actividades, más participantes y ha dado a los espacios nuevos usos, todo a partir de una premisa, poner en el centro la cultura del niño.
Diario de Madrid (DdM). ¿Qué se encuentran las familias cuando vienen a Espacio Abierto?
Sara San Gregorio (SSG). Espacio Abierto es un centro cultural dedicado en exclusiva a la infancia, la juventud y sus comunidades. Ponemos el juego en el centro de la programación y exploramos cada una de las fases que el juego necesita para realizarse en torno a los verbos descubrir, explorar, inventar, inventariar, compartir y celebrar.
Aquí puedes venir a descubrir obras de teatro, cine, que te despierta la imaginación y la fantasía, explorar, jugar, inventar tus propias obras y aprender con talleres. Además, vamos catalogando lo que va sucediendo porque nuestra vocación es compartirlo, es ser el nodo de una red más amplia y que podamos influir en otros centros. Y luego una línea importante es que todo se celebra, es que la celebración comparte este espacio-tiempo suspendido de la realidad en la que sucede el juego. Invito a todos el 27 de septiembre a Siembra. (Siembra, de Maral Kekejian y Laura Bañuelos, es una fiesta en la que el jardín se convertirá en un lugar simbólico lleno de juegos).
Imágenes de la presentación de la temporada de otoño de Espacio Abierto
DdM: ¿Qué es lo que ha cambiado en este último año que ha conseguido que haya más público que nunca?
SSG: Creo que he traído una mirada que pone en el centro la experiencia del niño y su cultura propia. Es una mirada que sigue teniendo mucho cuidado a su sensibilidad, pero lo hace como un centro que culturiza a futuros públicos. Programamos para el tiempo presente de la infancia y la juventud, que tiene sus propias características de vivir, habitar, explorar y crear cultura y teniendo todo ese abanico de posibilidades creamos más líneas. Eso hace que todos los espacios estén funcionando, que podamos compartir recursos y que se puedan ampliar a otras fechas y horarios.
Antes todas las entradas que se ofrecían se agotaban igual y también tenían mucho interés y calidad, pero hay muchas más entradas, muchas más posibilidades de venir aquí a hacer algo, ya sea a jugar en condiciones extraordinarias, a crear nuevas piezas o a formar parte del grupo de teatro adolescente. Hay más opciones de participar.
DdM: ¿Estamos volviendo a los juegos analógicos, a que los niños aprendan en un entorno menos digital?
SSG: Si observas a un niño, tiene muchos más lenguajes, por lo que, poniendo a su disposición materiales, recursos, actividades, va a tener unos intereses diferentes a si solo les damos lo digital. La imaginación de los niños no tiene objetivos fijos, no están guiados en sus procesos de diseño por el estrés o por resultados, sino que disfrutan mucho del proceso. Hace falta poner el foco en el peque, atraer a familias que lo traigan y que los miren así.

Creo que todas las familias quieren ver niños felices y disfrutando, que los niños les cuenten o participar de cómo han hecho algo juntos. Hay que conocer bien cómo funcionan y es nuestro deber adulto crear las condiciones para que eso suceda.
La gente que viene lo hace desde ese lugar, desde esa mirada, lo que hace que sea una forma de trabajar muy bella, en la que todos estamos alineados en poner al niño en el centro y no considerarle como un público educado, sino como alguien que tiene derecho a desarrollar su cultura propia. Este centro nos permite eso.
DdM: ¿Qué es lo que aprenden los niños aquí cuando juegan y crean?
SSG: Hay una frase que dicen Javier Abad y Ángeles Ruiz de Velasco, que forman parte de la programación, que “el niño no aprende jugando, sino que aprende porque juega”. Hay que facilitar el juego y allí cada niño y cada niña aprende una cosa. El juego es lo que permite aprender, explorar o investigar y desarrollar ideas que surgen. Eso hace que las propuestas estén articuladas en facilitar eso en vez de, yo te voy a enseñar a hacer algo.
Inventan cosas maravillosas y al ser un centro de infancia y cultura las mostramos… Hay que cuidar todo lo que se trae aquí para que digan, wow. Por eso programamos para que cada uno tome su propio itinerario. Unas propuestas se relacionan con otras, unas están más orientadas a descubrir y otras más a explorar, y otras, a coger técnicas profesionales o herramientas que, poniéndolas al servicio en edades tempranas, de repente, hacen cosas que están a un nivel profesional.
DdM: Espacio Abierto conecta a otros creadores que traen sus trabajos aquí, ¿cómo es esta labor de mediación?
SSG: Esta forma de trabajar con los creadores en las que les pido un proyecto a medida nos permite ser como un centro, de modo que no estoy yo como creadora directamente, sino que estoy mentorizando que esos proyectos sigan una línea. Juguetoría (su anterior proyecto) siempre se consideró como un espacio de mediación en el que se investigaba cómo el juego afectaba a las cosas que creábamos los adultos para ellos. Por lo que es como trabajar en lo mismo, pero desde otro horno.
Aquí sí que participo con el equipo en la creación de las actividades de mediación, compartimos materiales de unos y otros, pero sí hay una parte de mí que aquí no hago que es diseñar el espacio.
DdM: ¿Cuál es la proyección de este lugar, hasta dónde puede llegar?
SSG: Este sitio es estupendo, está en un lugar privilegiado, pero lo que me gustaría es incluir a otros espacios y que otros espacios consideren a la infancia como su público de primera o como creadores, igual que son los adultos.
Entonces, con esta línea nueva de compartir recursos, de hacer guías pedagógicas, de convocar congresos para profesionales, irnos ramificando e ir teniendo lugar en las instituciones culturales, incluso en colegios o institutos. No empezamos de cero, hay escuelas de arte con las que colaboramos, instituciones públicas con las que hay un proyecto que parte de tener esta vocación de ampliar, de que no se quede aquí. La cultura de infancia necesita este lugar y necesita un montón más. Todo lo que podamos hacer aquí, queremos que se expanda.









