El camino hacia la igualdad efectiva pasa por la superación de los patrones sociales que colocan a la mujer en una posición subordinada a la del hombre. Sólo la superación de este marco puede eliminar la violencia machista que en un sentido amplio debemos entenderla como la violencia de cualquier tipo que se ejerce sobre las mujeres en todos los ámbitos y espacios de nuestras vidas. Su forma más extrema se manifiesta en las devastadoras cifras de asesinatos que sufrimos en nuestro país. Para poner en cuestión la desigualdad es necesario emprender una prevención activa que sea capaz de cuestionar los patrones sociales que la justifican y entender que el feminicidio es una herramienta más para perpetuar la desigualdad entre hombres y mujeres pero no la única ya que la división sexual del trabajo y la violencia simbólica soportan ese contrato social que nos mantiene subordinadas.

Una prevención activa implica respaldar la implementación de las conclusiones convenidas en el 57º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que hicieron un fuerte hincapié en la prevención a través de la promoción de la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y el respeto a los derechos humanos, y para esto ponemos en marcha unas jornadas centradas en el empoderamiento de la mujer y en el análisis social, psicológico y mediático de la desigualdad.

En línea con el objetivo de empoderar a las mujeres y para acabar con la vulnerabilidad social en las que nos coloca un sistema que naturaliza la discriminación salarial, la sobrecarga del trabajo de cuidados, el uso de nuestro cuerpo como reclamo publicitario, la violencia sexual, etc. hemos diseñado unos talleres de autodefensa feminista para dotar a las mujeres de las herramientas con las que desarrollar una prevención eficiente de las situaciones de agresión. Cuidarnos colectivamente es el camino para acabar con los esquemas de dominación que se perpetúan por parte de los hombres.