Una riqueza patrimonial, cultural, paisajística como pocas, concentradas en 190 hectáreas en el corazón de la ciudad, ha sido reconocida por la UNESCO como parte del Patrimonio Mundial. Madrid, sabedora de esa riqueza que encierra el que ha denominado Paisaje de la Luz, llevaba trabajando duro para conseguir un reconocimiento que le ha llegado el pasado domingo, tras el encuentro del 44º Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO.