Desde hace casi medio siglo, Madrid acoge un singular museo en pleno centro de la Castellana cuya mayor particularidad es que el lugar de exhibición no es otro que la propia vía pública. A partir de la próxima primavera, caminar, pasear o contemplar las diecisiete esculturas de arte contemporáneo allí ubicadas será más fácil y cómodo para los peatones, especialmente para quienes tienen movilidad reducida, gracias a la remodelación del espacio urbano en el entorno del paso elevado Enrique de la Mata Gorostizaga.