Si tienes alguna vez un problema con alguna compañía de suministros, una agencia de viajes o un comercio, por ejemplo, y te resistes a judicializar el tema por los costes y las complicaciones que entraña, el recurso más fácil y eficiente es recurrir al Sistema Arbitral de Consumo, una vía extrajudicial, eficaz y gratuita, de resolución de conflictos de consumo que puedan surgir entre tú como consumidor o usuario final y el vendedor o prestador de servicios.