La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, ha inaugurado la cuarta edición de los Premios Margarita Salas del Ayuntamiento de Madrid. Se trata de una línea de reconocimiento al talento investigador de la comunidad científica, promovida por el Área Delegada de Innovación y Emprendimiento. En el acto de bienvenida, Sanz ha destacado que “el conocimiento científico hace progresar a la humanidad” y ha recalcado que “el conocimiento y la verdad son valores fundamentales para la vida”.
En su discurso, la vicealcaldesa ha recalcado la importancia de la figura de la bioquímica Margarita Salas, que da nombre a estos premios. Según Sanz, “ella defendía la investigación básica, que es aquella que no se hace con un objetivo material concreto, sino con uno genérico: el de comprender cómo funciona la realidad”. Una lección muy importante “para un tiempo como el nuestro, en el que los hechos y la verdad parecen haber pasado a un segundo plano”.
La ceremonia, celebrada en el auditorio de la Caja de Música de CentroCentro, ha estado conducida por el divulgador científico Javier Santaolalla y ha contado con la presencia de la titular del Área de Economía, Innovación y Hacienda, Engracia Hidalgo, y del concejal delegado de Innovación y Emprendimiento, Ángel Niño, y la participación de Lucía Viñuela, hija de Margarita Salas, que preside la Fundación que lleva su nombre.
Con estos premios, el Ayuntamiento de Madrid quiere impulsar y fortalecer el desarrollo de la investigación científica y la innovación en Madrid. En esa misma línea, la vicealcaldesa ha recordado la importancia de las grandes ciudades como Nueva York, donde se desarrolló profesionalmente su maestro, Severo Ochoa, o Madrid, donde lo hizo la propia Margarita Salas. Las ciudades grandes, por lo tanto, son “puntos de encuentro en los que el talento encuentra las oportunidades que necesita para ofrecer sus mejores frutos” ha recalcado Sanz.
Tres categorías principales con cuatro galardones
Los galardones han premiado las mejores tesis doctorales en tres categorías: ciencias básicas -física, química, matemáticas o similares-; ciencias de la vida -biología, biomedicina, medicina, farmacia, salud y bienestar, ecología, etc.- y tecnología aplicada.
Cada una de estas categorías cuenta con cuatro premios, dotados con 16.000 euros el primero, 12.000 euros el segundo, 8.000 euros el tercero y 4.000 euros el cuarto. Además, se han otorgado seis accésits de 1.500 euros cada uno.
El jurado, integrado por personal docente e investigador de reconocido prestigio de las universidades o centros de investigación de la Comunidad de Madrid, ha tenido en cuenta criterios como la contribución a la ampliación del conocimiento, el impacto de la investigación en la comunidad científica, su carácter multidisciplinar y el empleo de nuevas tecnologías o la implantación comercial de los nuevos productos y servicios, entre otros. Esta edición ha contado con 575 candidaturas, lo que supone un incremento de más del 40 % respecto al año anterior.
Los ganadores
Elena Moreno Jiménez, con el proyecto ‘Proceso de neurogénesis hipocampal adulta en la especie humana. Alteración de la integración de las nuevas neuronas granulares en condiciones patológicas’, ha resultado ganadora del primer premio en la categoría de ciencias de la vida. Los hallazgos de esta tesis doctoral sugieren que la reducción de nuevas neuronas podría ser un biomarcador temprano de Alzheimer, lo que permitiría intervenciones terapéuticas más oportunas.
En la categoría de ciencias básicas el primer premio ha recaído en Ángel Jesús Murcia Gil, con el proyecto ‘Física y Geometría de la gravedad’, que aborda la constante curiosidad humana por comprender el funcionamiento del cosmos y las reglas fundamentales que lo rigen. El objetivo principal del estudio es avanzar hacia una teoría de la gravedad cuántica, con aplicaciones potenciales como en la ingeniería aeroespacial, entre otros.
La ganadora del primer premio en la categoría de tecnología aplicada ha sido María Pérez Jiménez con el proyecto ‘Comportamiento de los compuestos aromáticos durante el procesamiento oral del vino’, una tesis que investiga cómo los compuestos aromáticos del vino se liberan y se perciben, considerando la influencia de la composición del vino y factores fisiológicos humanos como la edad y el sexo. Los resultados mejoran el conocimiento sobre la liberación de aromas en el consumo de vino y cómo estos factores impactan en la percepción sensorial, contribuyendo a un mejor entendimiento de los patrones de comportamiento del consumidor. /