El Ayuntamiento de Madrid apoya la creación del observatorio de mariposas porque el crecimiento de las áreas urbanas, junto al cambio climático, es uno de los desafíos más importantes a los que se enfrentan las administraciones para la conservación del medio ambiente.
Recientemente ha nacido un nuevo interés por conocer y entender la biodiversidad de las ciudades. En este sentido, el Ayuntamiento de Madrid está elaborando el Plan Estratégico de Zonas Verdes, Arbolado y Biodiversidad que incluye la protección de las especies autóctonas mediante la ejecución de medidas preventivas y correctoras en las zonas verdes madrileñas.
Las mariposas diurnas, además de ser insectos polinizadores y un grupo estéticamente atractivo, reúnen una serie se características que les convierte en excelentes indicadores de biodiversidad. Eso significa que podemos extrapolar en cierta medida el estado de sus poblaciones, los cambios en la riqueza y abundancia de sus especies y las causas asociadas a otras especies más difíciles de observar e identificar.
El observatorio es una iniciativa del CREAF en colaboración con el Museu de Ciencies Naturals de Granollers, la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Autónoma de Madrid. Cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente a través de la Fundación Biodiversidad y la colaboración de los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona.
El retrato de una mariposa urbanita
La vida de ciudad no es fácil para una mariposa. Muchas mueren cuando se mueven de un jardín a otro o buscando un alimento en particular que es escaso. Las especies de mariposas que vuelan distancias cortas o que no son muy ágiles volando no consiguen llegar a los jardines más lejanos o pocos conectados con otras zonas verdes. Además, muchas de éstas sólo se alimentan de plantas concretas y tienen más dificultades de encontrar comida en los jardines, dónde la mayoría de plantas son ornamentales.
Por ello, las mariposas más comunes de las ciudades son aquellas que se mueven más fácilmente y que tienen hábitos de alimentación generalistas, que comen un poco de todo. Hablamos de especies como las ‘blanquitas’ Pieris rapae y Pieris brassicae.
Ocasionalmente, también podemos ver otras especies poco frecuentes pero que en determinados momentos del año pasan por nuestras ciudades en el curso de migraciones; por ejemplo la Vanesa de los cardos (Vanessa cardui), que se puede ver hasta cruzando carreteras./