Con un recuerdo a Nelson Mandela, el primer “ingeniero de la paz”, en palabras de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha arrancado el I Foro Mundial sobre Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz. El Rey Felipe VI ha inaugurado este encuentro que reúne a 146 ponentes, institucionales, responsables de organismos internacionales, asociaciones y entidades de la iniciativa social, con el afán de fomentar una cultura de paz.
Con ese objetivo, el Foro de Madrid se convierte, en palabras del Monarca, en una “oportunidad y una responsabilidad para intercambiar conocimientos y experiencias entre las entidades y las personas que más saben de ello”. Más en un momento en el que el crecimiento demográfico y el peso de lo urbano son realidades incontestables que necesitan, para el Rey, “una reflexión muy profunda”.
La cita ha tenido lugar en La N@ve, en Villaverde, uno de los distritos periféricos de Madrid, de cuyos vecinos y vecinas el Rey ha elogiado “su espíritu de superación y su capacidad de acogida”.
Junto al Rey, las promotoras del encuentro, Manuela Carmena y Anne Hidalgo, alcaldesas de Madrid y París, respectivamente, cerca de un centenar de alcaldes de todo el mundo y representantes de las distintas entidades y organismos internacionales que van a estar presentes. En total, 2.700 personas inscritas, procedentes de 67 países, en el que el debate se alía con la presentación de 350 experiencias convivenciales y cerca de un centenar de talleres.
Las ciudades como reductos de conciencia
Las cifras de violencia interpersonal en las ciudades, superiores a las que arrojan los conflictos bélicos, necesitan de una reflexión y, sobre todo, de la respuesta a un interrogante que planteó Carmena: “¿qué nos pasa en el corazón de la humanidad, qué nos pasa en nuestras vidas que puedan justificar esas cifras?”. Esa pregunta está en el origen de la idea del Foro, que surgió a finales de 2015 en París, poco después de los atentados terroristas que conmocionaron a la capital francesa. Ahí surgió esa necesidad de buscar respuestas desde las ciudades. Anne Hidalgo daba las dos razones principales: “más del 50% de la población mundial vive en las ciudades. Y además, los alcaldes somos unos políticos especiales ya que lo que nos gusta es buscar soluciones concretas para necesidades concretas”.
Con el trasfondo de “Los desastres de la guerra”, de Goya, Carmena insistió en enorme responsabilidad que tienen las ciudades. “Han de convertirse en reductos de conciencia porque saben que tienen un problema y que tienen que resolverlo”. Es una responsabilidad grande que entraña también grandes oportunidades Los ayuntamientos tenemos la posibilidad de colaborar a enseñar habilidades para resolver los conflictos de forma pacífica”. Hacerlo además desde esa conciencia de que el siglo XXI tiene que ser, para la alcaldesa madrileña, “el siglo de aprender a convivir en paz”
Para Hidalgo son tres los ejes sobre los que deben de girar las soluciones a los conflictos urbanos: palabra, diálogo y respecto. “En un mundo cambiante, las autoridades tenemos que ser fuertes y tener visión, porque si no hay visión, no hay camino”./