Madrid ha querido rendir hoy un nuevo homenaje a la familia Baroja, un referente para la literatura, el arte y la cultura del país. La concejala de Moncloa-Aravaca, Loreto Sordo, ha descubierto esta tarde una placa en la calle Juan Álvarez Mendizábal 36, donde estuvo situada la residencia familiar y primera sede de la editorial de los Baroja, Caro Raggio, cumpliendo así con la proposición aprobada en el Pleno del distrito en mayo de 2022. Para Loreto Sordo, la familia Baroja representa “una estirpe de artistas vinculados a la cultura española y la ciudad de Madrid, que convirtieron su casa de Argüelles en un foco cultural de primer nivel”.
En 1902, la familia Baroja, el matrimonio formado por Serafín Baroja y Carmen Nessi junto a sus hijos Darío, Ricardo, Pío y Carmen, más los hijos de ésta, Julio y Pío Caro Baroja se establecen en el número 34 de la calle Mendizábal (actualmente número 36 de la calle Juan Álvarez Mendizábal). Ahí convivieron hasta 1936 tres generaciones vinculadas al mundo de la cultura española y allí se formó una tertulia de escritores y artistas amigos de la familia, donde se representaban pequeñas obras de teatro de cámara. En la planta baja se instaló en 1917, también, el negocio familiar, la editorial Caro Raggio. La vivienda quedó destruida durante la Guerra Civil, en la que la familia perdió casi todas sus pertenencias.
La editorial, que retomó su actividad de la mano de Pío Caro Baroja, mantiene un catálogo con más de 300 obras que incluye la producción completa de Pío Baroja, Ricardo Baroja y Julio Caro Baroja, tres nombres claves para la literatura, el arte, la cultura y la historia de nuestro país. En el año 2022, coincidiendo con el 150 nacimiento de Pío Baroja, la editorial Caro Raggio y el Ayuntamiento de Madrid publicaron Paseos por Madrid, un volumen en el que se incluyen textos en los que Baroja describe los lugares que recorría en sus largas caminatas por la ciudad.
Placa en recuerdo de Concha Sierra
El distrito de Moncloa-Aravaca ha recordado también esta semana la figura de la abogada matrimonialista y defensora de la igualdad legal de las mujeres Concha Sierra, una de las juristas que contribuyó, en 1975, a devolver a la mujer la capacidad plena de obrar.
Junto a representantes de los grupos municipales y familiares de esta reconocida abogada, se descubría este martes, en la plaza de Argüelles, 7, una placa homenaje en el que fuera su domicilio familiar hasta su fallecimiento en octubre de 2012. Se cumplía así el acuerdo aprobado por unanimidad de los grupos políticos en el Pleno del distrito de Moncloa-Aravaca del pasado 12 de enero.
Nacida en Asturias, Concha Sierra estudió Derecho en Madrid y se convirtió en la más prestigiosa abogada matrimonialista del país. Miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, su labor fue reconocida por la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort y la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid. /