Los indicadores económicos y sociales de la ciudad de Madrid constatan su dinamismo, su potencial para crear empleo y atraer talento, su liderazgo en la captación de inversión extranjera, así como su capacidad para ser foco de atracción de población nacional y extranjera. Indicadores, que en palabras del delegado del Área Economía y Hacienda del Ayuntamiento, Jorge García Castaño, son ejemplo de la calidad de vida y el bienestar que ofrece la metrópoli.

García Castaño ha participado hoy en el Programa MAD20 de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) con una ponencia en la que ha detallado cómo las políticas municipales del actual mandato están consolidando una capital “que destaca por su crecimiento económico y estabilidad financiera; su creación de empleo estable; sus políticas sociales y de equidad; su proximidad y transparencia con la ciudadanía; y cómo no, por su política de inversión en servicios públicos de calidad dirigidos a mejorar el bienestar de las vecinas y vecinos de Madrid desde la óptica del reequilibrio territorial”.

Espacio económico ascendente

La ciudad es un espacio económico muy atractivo, con un ritmo de crecimiento ascendente (el PIB subió en 2017 un 3,2%, enlazando tres años con el mayor crecimiento de la última década). Esto, ha matizado el delegado, “contribuye a generar un buen clima de negocios en la capital”. Los 133.128,5 millones de euros de PIB de 2016 suponen el 63,2% de la Comunidad y el 12,0% de España. Las previsiones para 2018 y 2019 mantienen esa dinámica.

Estabilidad financiera

Otro de los índices que definen a Madrid en este momento es su estabilidad financiera y la reducción del endeudamiento del 42% desde mediados de 2015. El año pasado el Ayuntamiento de Madrid registró un superávit de más de 1.000 millones de euros y una reducción de la deuda en más de 450 millones de euros. La ratio de deuda viva se situó en 2017 en el 73,69%, por debajo del 75% que la legislación contempla como límite a aplicar al régimen de endeudamiento en las entidades locales. En 2018, la amortización de deuda prevista permitirá situar la ratio de deuda sobre ingresos corrientes por debajo del 50%. Y todo ello, con una inversión por encima de los 128 euros por habitante, superando con creces la registrada en ejercicios anteriores (84 euros en 2014).

Madrid atrae población

El hecho de que Madrid atraiga población nacional y extranjera constituye otro buen indicador estructural de la importancia económica de Madrid en España. Así, los datos del Padrón Municipal, con 3.331.824 residentes, reflejan un aumento del 1,25% de personas residentes respecto a hace un año. En el último trienio, la ciudad ha recuperado 79.649 habitantes, un 2,5%. Y la población extranjera se ha incrementado un 7% en el último año.

Confianza económica y empresarial

También la confianza económica en la metrópoli ha mejorado notablemente. El indicador de clima empresarial de Madrid ha subido un 3% en un año, y la confianza de los consumidores lo ha hecho un 5,8%.

La buena situación económica de la ciudad unida a su estructura de servicios diversificada, convierten a Madrid en el principal espacio de concentración empresarial de España. De las 2.000 principales empresas establecidas en España, Madrid es sede del 72%. Durante los últimos doce meses, hasta marzo de 2018, se han creado 13.867 sociedades, un 9,5% más que un año antes. En los dos últimos años lo han hecho 26.534, un 4,6% más que en el anterior periodo bianual.

Y los más prestigiosos rankings internacionales posicionan a Madrid entre las principales capitales europeas. Colliers, que publica el ranking ‘Cities of influence’, sitúa en 2017 a Madrid como la tercera ciudad europea por detrás de Londres y París. AT Kearnes, en su última edición del ‘Global Cities Index’, la coloca en el cuarto lugar de entre las 15 ciudades capitales económicas más importantes de Europa. Por su espacio económico atractivo ocupa el segundo lugar (Cities of Oportunity PwC). JLL, en su clasificación de ciudades mundiales, sitúa a Madrid en el segundo grupo, por detrás de las siete grandes -Londres, Nueva York, París, Singapur, Tokio, Hong Kong y Seúl- , y junto a Los Ángeles, Shanghai, Pekín, Ámsterdam, Chicago, San Francisco, Toronto, Sidney y Washington DC. El propio Ayuntamiento de Madrid también elabora un ranking de posicionamiento (economía y mercado laboral, transportes y comunicaciones, sociedad de conocimiento y calidad de vida) sobre las 25 principales ciudades europeas, en el que la metrópoli ocupa el tercer puesto por detrás de Londres y París.

 Atracción de inversión extranjera

La atracción de una inversión extranjera responsable a la ciudad contribuye a crear empleos estables y de calidad y a generar un crecimiento inteligente, inclusivo y sostenible. En términos de empleo asociado, la IED tiene un impacto muy positivo al suponer para Madrid unas 334.000 personas empleadas, lo que representa cerca del 12% sobre el total de la población activa y del 10% sobre la población ocupada.

Madrid sigue siendo el principal espacio de atracción de inversión extranjera de España. Solo en 2017 localizó prácticamente el 63% de toda la IED recibida en España (14.520 millones de euros), un 24,7% más que en 2016. De esta cantidad se estima que el 75% se concentra en la ciudad. Además, el Ayuntamiento de Madrid ha constituido una Oficina de Atención al Inversor Extranjero, que se presentará oficialmente el próximo miércoles 23 de mayo, con el propósito de convertirse en la Ventanilla Única del Ayuntamiento de  consulta y asesoramiento para el inversor extranjero.

Empleo

Los datos de afiliación a la Seguridad Social muestran 1.921.487 trabajadores afiliados a la Seguridad Social en el mes de abril, un 3,2% más que un año antes. Y el desempleo ha bajado en abril un 5,7% interanual.

Turismo

Las cifras de turismo respaldan la buena salud económica y social al registrar 9,9 millones de visitantes (54% internacionales y 46% nacionales) en 2017, que generaron 20,9 millones de pernoctaciones. Y los pasajeros en el aeropuerto de Barajas llegaron el pasado mes de marzo a 54.349.000 en cómputo anualizado, la máxima alcanzada nunca hasta el momento. /