El delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, ha visitado hoy la Escuela Municipal de Música de Moratalaz, uno de los 16 centros que integran la Red de Escuelas Municipales de Música y Danza del Ayuntamiento de Madrid que, este 2024, celebra su 40º aniversario. Coincidiendo con la semana en la que se enmarca el Día Internacional de la Música, que se conmemora cada 22 de noviembre, el delegado ha puesto en valor “la educación musical como una herramienta fundamental para el desarrollo integral de las personas”.

Fernández ha destacado que “a través de nuestras escuelas no solo ofrecemos una formación artística de calidad, sino que también contribuimos a que los estudiantes adquieran habilidades clave como la concentración, el trabajo en equipo y la sensibilidad”, a la vez que ha señalado que estos espacios “garantizan el acceso a la formación musical a todas las edades”.

La Red ha alcanzado este curso 2024-2025 los 9.000 alumnos matriculados, que pueden estudiar hasta 20 especialidades instrumentales diferentes, cuatro estilos de danza y un itinerario de creación digital sonora y nuevas músicas. Además, también se da respuesta al alumnado con necesidades educativas especiales a través de un programa específico que fomenta la inclusión social.

Asimismo, una de las señas de identidad de las escuelas radica en la promoción de la práctica en grupo a través de agrupaciones que, con gran diversidad tímbrica y de repertorio, suponen un espacio de encuentro intergeneracional y una experiencia de aprendizaje colectivo. A través de sus actuaciones, las orquestas y bandas que se forman en estos centros dinamizan la vida en los barrios de la ciudad, convirtiéndose en referentes de la cultura en los distritos. Este año, su actividad y su talento se ha potenciado con la iniciativa ‘Acorde Urbano 21 distritos’, un ciclo de conciertos en espacios al aire libre impulsado por el Consistorio madrileño.

La música como instrumento para el desarrollo personal

La formación que se imparte en estos centros tiene un carácter muy amplio y no se limita a la adquisición de la destreza necesaria para la práctica instrumental o de la danza, sino que pretende, asimismo, cultivar la afición por estas disciplinas como fenómeno artístico y medio de comunicación cultural, facilitando el desarrollo de la persona. Por ello, contribuye a la compensación de desigualdades sociales y a la prevención de conductas marginales y de riesgo en determinados grupos de edad.

Los centros proponen un itinerario pedagógico continuado, alternativo a los estudios profesionales que ofrecen los conservatorios. En ellos se trabaja con el objetivo concreto de facilitar el acceso a la cultura en instalaciones próximas de calidad, difundir una identidad cultural de la ciudad comprometida con la creación y respetuosa con su patrimonio y fomentar la práctica musical y de la danza en grupo, estimulando el diálogo entre las diferentes generaciones y favoreciendo la diversidad cultural. /