Madrid comenzará la segunda fase de la implantación de la recogida de residuos orgánicos el próximo 1 de octubre, con la ampliación progresiva hasta diciembre a 12 distritos y una población de 1,9 millones de habitantes. La implantación de la recogida selectiva de la orgánica comenzó el año pasado con un proyecto piloto en 17 ámbitos pioneros y forma parte de la Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos de la ciudad. El próximo año se completará, llegando a todos los distritos de la ciudad.

Presentación ampliación servicio recogida materia orgánica

Desde hace unos días se están suministrando a las comunidades de vecinos y vecinas de los distritos de Arganzuela, Chamberí, San Blas-Canillejas y Villaverde nuevos cubos de cuerpo gris y tapa marrón para que depositen estos residuos orgánicos. En concreto, se van a instalar 13.952 cubos de dos ruedas, 994 contenedores de 800 litros y 679 contenedores de carga lateral, todos ellos con tapa marrón, en estos 4 distritos iniciales, donde se empezará a recoger de forma selectiva la materia orgánica el próximo lunes 1 de octubre. La recogida se realizará todos los días de la semana en el horario habitual de la recogida del cubo de resto, el de tapa naranja.

En noviembre comenzará la recogida en los distritos de Ciudad Lineal, Moncloa-Aravaca, Puente de Vallecas, Tetuán y Villa de Vallecas. El mes siguiente el cubo marrón llegará a Latina, Vicálvaro y Hortaleza.

El propósito de la recuperación de los residuos orgánicos o biorresiduos es contribuir al objetivo europeo de alcanzar el 50% de residuos preparados para la reutilización y el reciclado antes de 2020. Para ello, el Ayuntamiento de Madrid ha elaborado una Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos, que se encuentra en fase de información pública.

La materia orgánica constituye una parte mayoritaria de los residuos domésticos, aproximadamente el 40%, por lo que su recogida separada es esencial para poder cumplir los objetivos a medio y largo plazo de reciclaje de dichos residuos municipales y contribuir al desarrollo de la economía circular.

El sistema de recogida de residuos implantado hasta ahora, recogía la materia orgánica, mezclada con otros materiales, en la denominada “fracción resto”. Con este sistema, para separar los biorresiduos, es necesario recurrir a un tratamiento mecánico previo de separación, que sólo consigue recuperar parte de los mismos y lo hace además con baja calidad por estar mezclados con otros materiales. Sin embargo, la recogida separada de calidad de los biorresiduos hace prácticamente innecesario el tratamiento posterior de separación, facilitando la producción de biogás o compost.

Además, tiene otros beneficios medioambientales, como la reducción de los gases de efecto invernadero o de malos olores, se reduce la cantidad de residuos que llegan al vertedero, aumentando su vida útil, y se mejora la recogida selectiva del resto de los residuos reciclables.

En la fase piloto de la implantación de la orgánica, que llegó a 255.000 habitantes, entre noviembre de 2017 y agosto de 2018 se recogieron 13.442 toneladas.

Campaña de información y sensibilización “acierta con la orgánica”

Para informar a la población, se están colocando carteles en todos los portales, y se han desarrollado dos páginas web específicas para resolver dudas: www.aciertaconlaorganica.es y www.madrid.es/organica. Igualmente, se van a enviar 871.700 cartas a cada uno de los domicilios, con un imán y un folleto para dar a conocer este nuevo servicio y facilitar el uso por parte de la ciudadanía. También se puede obtener información a través del teléfono de Atención a la Ciudadanía 010 y del correo electrónico organica@madrid.es.

En el mes de noviembre comenzará una campaña de información y sensibilización, basada en una comunicación de proximidad con la ciudadanía para motivar su colaboración en la separación en origen de los residuos y en el correcto funcionamiento del nuevo sistema de recogida.

Residuos de la fracción orgánica

Los restos de materia orgánica, para domicilios y establecimientos de hostelería, están formados por restos de fruta, verdura, restos cocinados de carne, pescado y marisco, frutos secos, infusiones, posos de café, cáscaras de huevo y otros restos de comida, tapones de corcho, cerillas, serrín, servilletas usadas, papel de cocina sucio y papel y cartón sucios de aceite o restos de alimentos, así como pequeños restos de jardinería tales como plantas, hojarasca o ramos de flores.

Otro tipo de residuos como los pañales, toallitas húmedas, colillas, pelo, excrementos de animales, arena de gato, chicles o polvo de barrer se tirará a los contenedores y cubos de resto, los grises de tapa naranja. /

Inés Sabanés, delegada Medio Ambiente y Movilidad

 

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