La exposición de la población a alteradores hormonales presentes en el ambiente está relacionada con el incremento de importantes daños a la salud y enfermedades, incluyendo problemas de salud reproductiva (infertilidad, malformaciones congénitas), tumores y otras enfermedades en órganos hormono-dependientes (mama, próstata, testículo, tiroides), enfermedades metabólicas (diabetes, obesidad), enfermedades inmunológicas y alteraciones en el desarrollo del sistema neurológico, entre otras, según advierte un estudio reciente de la Organización Mundial para la Salud (OMS) .

Diferentes estudios europeos han mostrado que los niveles de algunos disruptores endocrinos (o alteradores hormonales) presentes en el organismo de la población en España (la llamada ‘contaminación interna’ que tiene cada persona) son superiores a los de la población de otros países. La Sociedad Española de Salud Pública y Administraciones Sanitarias (SESPAS) considera que la exposición a estas sustancias amenaza la salud, el bienestar y la economía de nuestros ciudadanos y de nuestro Estado del bienestar. Además de los efectos directos en la salud humana, estos contaminantes tienen efectos negativos en el medio ambiente.

Cartel del acto organizado por Ecologistas en Acción y la Fundación Alborada en la que ha participado Javier Barbero

El delegado del Área de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, ha participado esta mañana en la mesa redonda “Ciudades europeas sin disruptores endocrinos.  La contratación verde como herramienta para acciones en salud”, que ha tenido lugar dentro del 14º Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA 2018) que se celebrará desde hoy y hasta el próximo 29 de noviembre en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid.

Reducir la exposición a estos contaminantes

Barbero ha señalado: “Las administraciones locales tenemos un papel importante en la implantación de medidas para reducir la exposición de la ciudadanía a estos contaminantes, ya que contamos con competencias propias en materia de control de plagas en el municipio, así como el mantenimiento de sus edificios y zonas verdes”.

El delegado ha añadido que también es función de las corporaciones municipales, actuando en defensa de la salud pública y del medio ambiente, “instar a las autoridades españolas y europeas que actúen guiados por el interés general y prohíban estas sustancias”.

El Ayuntamiento de Madrid, conocedor de esta problemática y a iniciativa de plataformas sociales representados por Ecologistas en Acción y Fundación Alborada, ha elaborado una iniciativa enmarcada dentro de la estrategia de ciudades libres de disruptores endocrinos, entre las que se encuentran ya varias ciudades europeas y españolas.

Compromiso y políticas municipales

La proposición para reducir la exposición de la población y el medio ambiente a los alteradores hormonales fue aprobada el 28 de junio de 2017 por el Pleno del Ayuntamiento de Madrid. Las medidas que contemplan esta proposición comprenden: la limitación de utilización de determinadas sustancias; la reducción de la exposición a estas sustancias por parte de la población más sensible; la propuesta de una regulación normativa, y la información y sensibilización ciudadana.

En concreto, el Ayuntamiento de Madrid una vez aprobada esta proposición se ha comprometido a:

1. Limitar el uso en espacios públicos de productos fitosanitarios y biocidas que contengan sustancias químicas susceptibles de actuar como disruptores endocrinos, afectando, en una primera fase, a 26 productos fitosanitarios y 5 productos biocidas. En concreto este compromiso comprende las siguientes medidas:

a) Limitar al máximo el tratamiento fitosanitario y biocida de parques y jardines, centros escolares, centros sanitarios, centros de tercera edad y otros espacios de titularidad municipal públicos.

b)Dentro de la estrategia de contratación responsable del Ayuntamiento de Madrid, la implementación de cláusulas ambientales en la contratación, incluyéndolas en los pliegos de los contratos públicos.

c)La utilización de estas sustancias, con carácter excepcional, únicamente si fuera imprescindible técnicamente por razones de efectividad de tratamiento y seguridad laboral.

2. Limitar el uso de sustancias químicas susceptibles de actuar como disruptores endocrinos en otros contratos y compras públicas, estableciendo especificaciones técnicas que presenten la limitación del uso de determinados productos y sustancias químicas en las clausulas ambientales de los contratos municipales relacionados con actividades de limpieza y mantenimiento de edificios. Asimismo, se reducirá progresivamente el uso de sustancias clasificadas como cancerígenas, mutágenas y tóxicas para la reproducción mediante la inclusión de cláusulas ambientales que limiten su uso en los pliegos de estos contratos y compras públicas.

3. Reducir la exposición a disruptores endocrinos a través de la alimentación, mediante el fomento de dietas saludables basadas en la estrategia NAOS; el fomento del consumo de alimentos ecológicos, la limitación del uso de envases que contengan bisfenol-A, ftalatos y otros disruptores endocrinos, y la promoción de buenas prácticas de procesado de alimentos.

4. Informar a la población sobre los riesgos de los disruptores endocrinos, las principales fuentes de exposición de la población y sobre cómo reducir esta exposición, mediante:

a) Actividades informativas y formativas dirigidas preferentemente a los profesionales en contacto con familias, jóvenes, niños y adolescentes, educadores, monitores de tiempo libre o periodistas.

b) Actividades de información y sensibilización dirigidas a la ciudadanía, en particular a los grupos de población más vulnerables (menores, ancianos, enfermos, embarazadas).

5. Instar a la Comunidad de Madrid a la adopción de medidas de reducción de la exposición a disruptores endocrinos como las incluidas en esta moción, así como a la Administracion Central en la adopción de políticas para reducir la exposición de la población y el medio ambiente a estos alteradores, y la defensa de la prohibición urgente de estas sustancias a escala Europea.

El impacto de estas medidas afectara a un número importante de los contratos municipales (1857 contratos municipales celebrados en 2017) y supondrá un beneficio en la salud de los habitantes de la ciudad (3.221.824 habitantes a 1 de enero de 2018), asi como de los trabajadores municipales.

Y es que, es deber de las Administraciones públicas establecer los mecanismos precisos para prevenir efectos nocivos para la salud de la ciudadanía, y en este contexto, el Ayuntamiento de Madrid está implantando todas las medidas a su alcance para minimizar el riesgo de la presencia de estos disruptores endocrinos en nuestro entorno. /