La integración social de las distintas identidades culturales que habitan en sociedades diversas ha sido la principal conclusión a la que han llegado los ponentes de la mesa sobre violencia por racismo y xenofobia dentro del I Foro Mundial sobre Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz.
La mesa la formaban Daniel Martínez, Intendencia de Montevideo, Uruguay; Zlatko Lagumdzija, exprimer ministro de Bosnia y Herzegovina y miembro del Club de Madrid; Eric Corijn, Cosmópolis, Universidad de Bruselas; Golda El-Khoury, secretaria de la Coalición UNESCO de Ciudades Inclusivas y Sostenibles-ICCAR; Driss Riffi Temsamani, teniente alcalde de Tánger. Ha estado moderada por la periodista Ane Ibarzabal. El acento se ha puesto en la importancia de formar una sociedad de unión con valores de convivencia.
Para entender la problemática es importante saber que, como explicó el profesor de la universidad de Bruselas, Eric Corijn, “el racismo y la xenofobia ya no están basadas en términos biológicos, si no culturales”. Es por eso que las ciudades se deben erigir en los principales autores para conseguir un cambio social ya que, a diferencia de los Estados, “la ciudad mira al futuro” porque está compuesta por múltiples identidades. A pesar de que las políticas de inmigración las dicta el Estado, son las ciudades “las que viven la diversidad”, comentó. De la misma forma, Javier Barbero, delegado de Seguridad y Sanidad del Ayuntamiento de Madrid, dijo que la pertenencia y la identidad, suelen estar ligadas a los Estados y a las naciones y es por eso por lo que “habría que crear identidades municipales que giren en torno a donde vive la gente, no de dónde es”.
En la misma línea, Driss Riffi Temsamani, comentó que hay aceptar a los demás como son, sin imponer una visión sobre la otra. Tampoco hay que aislar a las comunidades en barrios. Es un riesgo grave y peligroso, alertó, porque es ahí “cuando se alimenta el racismo y la xenofobia”. Para poder lograr este objetivo es vital contar con el compromiso de las autoridades locales, como explicó Golda El-Khoury, ya que “a la hora de enfrentarse a la violencia, los alcaldes y los ayuntamientos son claves, ya que están en contacto diario con la violencia en las ciudades”.
Otro punto en el que coincidieron los ponentes fue en el rol de los jóvenes como elementos activos para el cambio. Para El-Khoury, éstos desempeñan un papel en su comunidad por lo que tienen que “creer en su identidad, una identidad sólida que se compone de múltiples identidades que van cambiando”. Igualmente, Max Trejo, secretario general de la Organización Internacional de Juventud, señaló que los jóvenes tienen que participar activamente con el objetivo de “crear una ciudadanía inclusiva y plural para luchar contra el racismo y la xenofobia”.
En ese contexto de racismo y xenofobia, la situación de los refugiados fue otro tema sobre la mesa. Es una realidad que está afectando a Europa y que está avivada por los medios de comunicación y el auge de los movimientos xenófobos que, como bien explicó Daniel Martínez, “en los momentos de crisis renacen”. Para hacer frente a este problema sería importante, según Corjin “que los agentes locales tuvieran más peso”. En ese aspecto, Javier Barbero, abogó por eliminar los centros de internamientos de extranjeros, como el de Aluche.
El I Foro Mundial sobre Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz celebra hoy, jueves 20 de abril, su segunda jornada. /