Sentirse como si se estuviera dentro del claustro medieval de los Jerónimos gracias a sus restos, un juego de espejos y un video mapping. Ver y conocer el pasado romano del barrio de Villaverde o sumergirse en la historia de Madrid con audiovisuales interactivos. Estas son algunas de las propuestas con las que estrena temporada museográfica el Museo de San Isidro.
En total más de seiscientos metros cuadrados que albergan el patrimonio arqueológico y paleontológico de la ciudad de Madrid y que permiten conocer sus más de 500.000 años de historia. “El Museo municipal de San Isidro. Los Orígenes de Madrid”, estrena nueva cara y nueva propuesta museográfica con seis nuevas salas más, la remodelación de otras seis y un nuevo proyecto museográfico que se ayuda de la tecnología para contar la historia de Madrid y que incluye fondos hasta ahora inéditos.
El Museo de San Isidro abre al público a partir del día 6 de abril tanto las nuevas salas, como las rehabilitadas. Y con ellas también la exhibición de una parte de sus fondos que no cabían antes en su exposición permanente. Las nuevos espacios habilitados albergan restos que van desde el neolítico hasta la llegada de la corte a Madrid en 1561, y los remodelados acogen la parte de la prehistoria antigua madrileña y la época de San Isidro Labrador (1082-1172).
Un recorrido cronológico por el Museo muestra las culturas del paleolítico, del neolítico, de la Edad de los Metales madrileñas, los vestigios romanos aparecidos en los valles del Manzanares y Jarama, la fundación islámica de la ciudad y el desarrollo de la villa tras su conquista en 1085 hasta el siglo XVI.
La última de las salas está dedicada a la época de los Reyes Católicos y sus “manos derechas”: Beatriz Galindo ‘La Latina’, que ha dado nombre al barrio donde se ubica este museo, y su esposo Francisco Ramírez ‘El Artillero’. Este contenido conecta con el de la primera sala del Museo de la Historia, con el objetivo de crear un relato continuado entre los museos de la ciudad.
Las colecciones arqueológicas reúnen objetos recuperados en el valle del Manzanares con más de 300.000 años de antigüedad hasta prácticamente la actualidad. Entre los cerca de 300.000 objetos inventariados destacan las colecciones de instrumentos líticos del periodo paleolítico encontrados en areneros como los de San Isidro o El Sotillo, los restos recuperados en los poblados prehistóricos de El Ventorro y Los Vascos, los materiales romanos de la villa de Villaverde, o los vestigios islámicos de la Cuesta de La Vega.
El Museo de San Isidro cuenta también con un jardín Arqueobotánico, con plantas documentadas del Madrid medieval, con el Almacén Visitable, lugar en el que se exhiben numerosas y variadas piezas cuya historia se remonta desde el Terciario hasta el siglo XX y con una sala de exposiciones temporales.
Restos de rinocerontes y mamuts
La ampliación del espacio en el Museo dota a la exposición de una visión más completa y organizada de los restos arqueológicos y paleontológicos de la ciudad. Está organizada en tres ámbitos ‘Antes de Madrid’, ‘Mayrit / Madrid’ y ‘San Isidro’. En la primera se exhiben restos de elefantes, rinocerontes, mamuts y otras especies hoy extinguidas que vivieron en los valles de los ríos con los primeros cazadores recolectores, así como las herramientas de piedra que usaban; vestigios de las primeras sociedades productoras, la llegada de los romanos y la época visigoda.
‘Maryt /Madrid’ plantea la historia de la ciudad fundada por los musulmanes, su incorporación al reino castellano y la llegada de la corte con Felipe II. El ámbito de ‘San Isidro’ está dedicado al santo madrileño y a las tradiciones de su época.
La casa en la que vivió y murió San Isidro
Al legado patrimonial que custodia el Museo de San Isidro, se suma el valor arquitectónico, artístico e histórico del edificio de la sede del Museo. Está instalado en el Palacio de los Condes de Paredes de Nava, en pleno corazón del barrio de La Latina. Es más conocido como la Casa de San Isidro, porque allí vivió y murió el patrón de la ciudad, San Isidro Labrador. Conserva restos de la edificación original: un patio renacentista del siglo XVI, la capilla del XVII y el llamado ‘Pozo del milagro’, en el que según la tradición el santo madrileño salvó a su hijo de morir ahogado.
Situado en el número 2 de la plaza de San Andrés, su privilegiado enclave, cercano a la Plaza Mayor y el Palacio Real, le convierte en un centro museístico de gran interés simbólico y turístico. Creado en el año 2000, es la institución municipal la responsable de la salvaguarda y difusión del rico patrimonio arqueológico y paleontológico reunido por el Ayuntamiento de Madrid principalmente a lo largo del siglo XX. Es también un lugar de referencia de las tradiciones madrileñas. /