La primera fase de rehabilitación del frontón Beti Jai, realizada con el objetivo de respetar al máximo la estructura y elementos originales del edificio y garantizar su seguridad y estabilidad, ha concluido. Este lunes se han presentado los resultados de ese trabajo en un recorrido por el espacio.

El delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato; el concejal de Chamberí, Jorge García Castaño; la coordinadora general de Cultura, Deportes y Turismo, Carmen Rojas; representantes de otras áreas del equipo de Gobierno municipal, así como de los grupos municipales, colectivos y organizaciones han participado en una visita organizada por la Dirección General de Patrimonio, encargada de la rehabilitación.

Las obras, realizadas en los tres cuerpos del Beti Jai desde 2016, han tenido un presupuesto cercano a los 2.800.000 euros.

Fachada, arcos y gradas

Entre las labores más significativas destaca la recuperación de la fachada principal. Para ello ha sido necesario realizar moldes de escudos, guardapolvos, pilastras y balaustre con lo que poder reponer fielmente elementos perdidos.

También se ha intervenido en el cuerpo de gradas, reforzando cimientos y cada una de las plantas. Se han eliminado los tabiques con los que se habían cerrado las gradas después de que dejara de ser frontón, de manera que la cerrajería queda ahora a la vista.

Descubrimientos

Durante la rehabilitación, las arquitectas encargadas han realizado algunos descubrimientos: un arco neomudéjar fue encontrado en buen estado detrás de un tabique, y unas tejas planas originales muy innovadoras para la época fueron descubiertas en una recámara.

Estos hallazgos han permitido acercarse aún más al objetivo de las obra; devolver al Beti Jai a su estado original. Con ese propósito también se ha realizado un minucioso trabajo de documentación e investigación, para el que se ha recurrido a periódicos de la época, fondos documentales de bibliotecas y la colaboración de asociaciones y expertos.

La vidas del Beti Jai

El Beti Jai comenzó a construirse en 1893, en pleno auge de los frontones en Madrid, con el diseño del arquitecto Joaquín Rucoba y la utilización de técnicas y materiales innovadores para esa época. A partir de 1919 dejó de emplearse como instalación deportiva.

Desde entonces fue utilizado de manera sucesiva como comisaría de policía y cárcel, espacio de ensayos para las bandas de música de la Falange Española, escuela militar o taller de coches, entre otros.

Todos esos usos, las obras realizadas, la desidia y el paso del tiempo provocaron numerosos daños en el frontón y su supervivencia llegó a peligrar.

En mayo de 2015 el Ayuntamiento de Madrid finalizó el proceso de expropiación y adquirió Beti Jai. Comenzaron entonces los trabajos para recuperar un edificio acogido a las protecciones normativas del Conjunto Histórico de la Villa de Madrid con el rango superior de Monumento. El Beti Jai recibió además declaración de monumento nacional en 1991 y Bien de Interés Cultural en 2011 por la Comunidad de Madrid./

 

Adjuntamos PDF con explicación detallada de las obras acometidas:

dossierbetijai

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