Veranos de la Villa celebró ayer su tercera y última velada de circo de este año, una propuesta para todos los públicos que se ha convertido en todo un clásico dentro de la programación de festival y que volvió a congregar a grandes y pequeños en torno a este espectáculo con miles de años de historia.
La compañía de circo y danza Lanördika, afincada en Andalucía, abrió la velada en el Parque Emperatriz María de Austria, a las 20.30 horas, con su obra ‘Rojo estándar’, en la que dos seres opuestos se encuentran en una escena bañada por el surrealismo y en la que el amor es la clave. Esta joven compañía ha obtenido con esta pieza, dirigida por Rosa Díaz (‘La Rous’), el Premio FETEN y el Premio Lorca de teatro andaluz al Mujer espectáculo de calle 2018.
En la segunda parte, la compañía francesa Cirque Exalté presentó ‘Furieuse tendresse’ (‘Furiosa ternura’) en la que, usando las técnicas de malabares, portes acrobáticos, trapecio volante y escalera libre a ritmo de rock, hace un canto a la libertad inspirada en la cultura underground neoyorkina de los años 60 y 70, con un especial homenaje al primer álbum de la cantante estadounidense Patti Smith, ‘Horse’, aparecido en 1975./