El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha anunciado este lunes en la Casa de Campo que el censo de cotorra argentina en los parques de Madrid ha crecido un 33 % en los últimos tres años, pasando de las 9.000 registradas en 2016 a las 12.000 que se han contabilizado este año, según un estudio realizado recientemente por la Sociedad Española de Ornitología SEO/Birdlife. En 2005, se estimaba que en Madrid había 1.700 ejemplares.

La adaptación de la cotorra argentina o de pecho gris a los diferentes hábitats que coloniza y su alta tasa de éxito reproductor hacen que la población crezca anualmente con una tendencia preocupante, sobre todo porque en España está catalogada como Especie Exótica Invasora (EEI) por la Ley 42/2007 sobre Patrimonio Natural y Biodiversidad y el Real Decreto 630/2013 por el que se regula el catálogo español de EEI.

Dadas estas circunstancias, como ha explicado el delegado del Área, el Ayuntamiento de Madrid va a ultimar en los próximos meses un plan integral para reducir y controlar la población de estos alados en la capital, con una batería de actuaciones en colaboración con la Sociedad Española de Ornitología SEO/Birdlife, que incluirán el sacrificio ético y la esterilización de los huevos.

“Vamos a poner en marcha un plan para el control y reducción de las cotorras en la ciudad de Madrid, ya que se han convertido en una preocupación para los ciudadanos y hemos recibido muchísimas quejas”, ha precisado Carabante, quien ha subrayado que, para preservar la biodiversidad del ecosistema y la seguridad de los madrileños, “se va a reducir” esta población.

Una cuestión de urgencia

Tal y como figura en informes técnicos de la Dirección General de Gestión del Agua y Zonas Verdes, durante los últimos años se ha comunicado al Área de Medio Ambiente y Movilidad, con diversa documentación científica, la necesidad de una actuación rápida para controlar la expansión de estas aves por los peligros que suponen para el ecosistema y la seguridad de las personas. Hasta el momento no se había tomado decisión alguna para controlar este problema más allá de la retirada de algunos nidos.

Las cotorras ejercen un efecto muy negativo sobre la biodiversidad al competir por el alimento con otras especies; también por su actividad depredadora y por la modificación de los hábitats y los daños provocados sobre los tallos y brotes tiernos de la vegetación que emplean para hacer sus nidos. En ocasiones, con el paso del tiempo y su incremento de volumen, estos nidos se vuelven peligrosos puesto que pueden llegar a alcanzar un peso de hasta 200 kilos, lo que supone un riesgo para las ramas que los soportan y, como consecuencia, para los ciudadanos por posibles caídas.

Santiago Soria, jefe del Servicio de Biodiversidad e Inventario del Ayuntamiento de Madrid, ha explicado ante los medios que, si no se interviene para controlar esta población “va a seguir creciendo”. Soria ha detallado que el objetivo no es reducirlas a cero. “El espíritu de la ley es que no hagan daño a nuestra fauna”, ha manifestado.

Vectores

Los servicios veterinarios del Ayuntamiento de Madrid realizan seguimientos periódicos del estado sanitario de la fauna urbana de Madrid, incluidas las cotorras. Por el momento no hay constancia de casos de personas afectadas, pero las cotorras pueden ser portadoras de algunos agentes patógenos que pueden perjudicar al hombre (zoonosis).

Según diversos artículos científicos, estas aves pueden transmitir enfermedades al ser humano como la psitacosis, gripe aviar o salmonelosis, mientras que a otras aves les pueden transferir afecciones como la enfermedad de NewCastle, aunque son necesarios estudios concretos para determinar el riesgo real de estas infecciones. Según los informes municipales, la biodiversidad de especies de aves y el escaso contacto de las cotorras con las personas -al ser bastante desconfiadas y huidizas- hace que disminuya la posibilidad de transmisión. No obstante, los expertos enfatizan en la necesidad de reducir todo lo posible el número de ejemplares de Myiopsitta monachus.

Aumentan las quejas vecinales

Por otra parte, dado el carácter gregario y activo de las cotorras, generan muchas molestias a los vecinos con sus ruidos. En 2018 se registraron 209 quejas y hasta agosto de este año, casi se había alcanzado la cifra de todo el año anterior: 197.

Existen informes técnicos para el manejo efectivo de la invasión biológica de las cotorras argentinas como el realizado por SEO/Birdlife para el Ayuntamiento de Madrid y las conclusiones recogidas por la Mesa Técnica sobre Fauna Silvestre en el Medio Urbano organizada por la Asociación Española de Veterinarios Municipales (AVEM), entre otras. Los resultados científicos que sustentan el plan de control son contundentes y cuentan con el apoyo de la Universidad Politécnica y la Universidad Complutense de Madrid.

El plan integral incluirá la captura de ejemplares que amenacen la biodiversidad en las zonas verdes de la capital para, posteriormente, sacrificarlos de forma ética y controlada en centros especializados. También se llevará a cabo la esterilización de huevos, una medida que a la larga mermará la población.

Su tenencia, ilegal

Por último, desde el Ayuntamiento de Madrid se quiere recordar a la ciudadanía que desde 2011, en España, es ilegal tener o adoptar especies invasoras, como la cotorra argentina. Las personas que adoptaran cotorras como mascotas antes de esa fecha están obligadas a mantenerlas hasta su fallecimiento, siendo un delito su suelta.