El frontón Beti Jai (“siempre alegre”) cumple hoy 125 años. Los trabajos de rehabilitación realizados por la Dirección General de Patrimonio del Ayuntamiento de Madrid (Área de Gobierno de Economía y Hacienda) le han devuelto a su estado original. El edificio, en la calle Marqués de Riscal, 7, está acogido a las protecciones normativas del Conjunto Histórico de la Villa de Madrid con rango superior de Monumento. Fue declarado monumento nacional en 1991 y Bien de Interés Cultural en 2011. En mayo de 2015 el Ayuntamiento finalizó el proceso de expropiación y adquirió Beti Jai, dando inicio así a los trabajos para recuperarlo sin alterar su esencia.
Obra del arquitecto Joaquín de Rucoba y Octavio de Toledo, el Beti Jai es una mezcla de estilo ecléctico y neomudéjar. Comenzó a construirse en 1893 con técnicas y materiales innovadores para la época. Se inauguró en mayo de 1894 y hasta 1918 funcionó como frontón; a partir de 1919 tuvo diversos usos como taller de coches, comisaría de policía, cárcel, taller de objetos de escayola y cartón piedra, entre otros.
Con una planta elíptica, que recuerda a la cesta empleada en el juego de pelota, en el interior sorprenden la fachada curva lateral de estilo neomudéjar, sus columnas de fundición y las vigas curvadas del graderío que garantizan la visibilidad de la cancha desde cualquier ángulo. Todos los usos y obras realizadas, la desidia y el paso del tiempo provocaron numerosos daños en el frontón y su supervivencia llegó a peligrar.
Las obras de rehabilitación finalizaron el pasado mes de enero y durante el proceso se ha realizado un minucioso trabajo de investigación (recurriendo a periódicos de la época, fondos documentales de bibliotecas, colaboración con asociaciones y expertos) para que el ‘renacimiento’ del Beti Jai fuera lo más fiel a su estado original. En este proceso, las arquitectas encargadas descubrieron un arco neomudéjar en buen estado detrás de un tabique, y unas tejas planas originales muy innovadoras para la época, que estaban en una recámara.
Trabajos ejecutados
En la reforma del Beti Jai ha primado mantener prácticamente la totalidad de los elementos, sustituyendo solo aquellos que debido a la corrosión eran irrecuperables. La inversión municipal ha sido de 4,9 millones de euros.
- Primero se ejecutaron las actuaciones previas para analizar la estructura y la cimentación y se levantó el edificio con láser escáner para acceder a la dimensión de los elementos con precisión milimétrica.
- La siguiente fase fue la consolidación estructural y la estanqueidad de cubiertas. El Beti estaba en un proceso de degradación bastante avanzado y las labores se centraron en reforzar la estructura, sin alterar su singular estética. Se actuó en el cuerpo de gradas; se recuperó la verticalidad de los muros y de la fachada a la calle (el respeto al estado original ha sido tal que, incluso, para recobrar las letras con el nombre del Beti Jai se usaron las originales que quedaban en la fachada interior); la cerrajería inicial; en las cubiertas se han recobrado los lambrequines, los elementos de madera que remataban la cubierta del cuerpo de gradas; y las tejas originales del cuerpo principal (de 1894) procedentes de la Gran Tejería de Eloy Silió, de las que se tomaron moldes para volver a fabricarlas.
- Los trabajos en los muros del frontón y medianeras hicieron especial hincapié en el muro que conforma la pared lateral del histórico frontón. Y se han reconstruido las escaleras originales de los núcleos de comunicación vertical del edificio.
La empresa Ferrovial Agroman fue la adjudicataria del proyecto de rehabilitación del Beti Jai, dirigido por la DG de Patrimonio del Ayuntamiento. El equipo encargado de las obras ha ido recopilando toda la documentación del proceso y el resultado del mismo puede disfrutarse en la web www.betijaimadrid.es. /