Tras aprobar la semana pasada el plan especial que delimitaba el lote 5 del Bosque Metropolitano, el Ayuntamiento de Madrid ha dado un gran paso en la configuración de esta gran infraestructura verde al aprobar este jueves en Junta de Gobierno todos los demás planes especiales, elaborados por el Área de Desarrollo Urbano para ordenar y definir las actuaciones necesarias de este anillo de 75 kilómetros que bordeará Madrid. Los planes especiales definen urbanísticamente el Plan Director del Bosque Metropolitano alrededor de la ciudad, estableciendo los condicionantes urbanísticos para su completa ejecución y dándole seguridad jurídica.
Tal y como ha explicado la concejala delegada de Coordinación Territorial, Transparencia y Participación Ciudadana, Silvia Saavedra, estos cuatro planes especiales corresponden a los lotes 1, 2, 3 y 4 del concurso internacional de ideas. El lote 1 engloba la corona noroeste, localizada en los distritos de Fuencarral-El Pardo y Moncloa-Aravaca; el lote 2 es el arco noreste, que transcurre por los distritos de Moratalaz, Ciudad Lineal, Hortaleza, Vicálvaro, San Blas-Canillejas y Barajas; el lote 3 se corresponde con el anillo verde del sureste, que afecta a los distritos de Villa de Vallecas y Vicálvaro, y el lote 4 comprende los parques fluviales del sur, que pasan por Usera, Villa de Vallecas y Vicálvaro.
Gracias a estos expedientes se fijan las acciones, los equipamientos, los tipos de masa forestal, las sendas, etc. que tendrá el bosque, en el que los niños contarán, además, con un gran parque de aventuras con tirolinas y pasarelas de madera para jugar en la naturaleza. Entre los objetivos de los planes especiales, se encuentran conservar el patrimonio arquitectónico, histórico y cultural de los ámbitos por los que transcurre, que incluye poner en valor lugares como el Camino de Santiago, la Finca del Duque del Arco, el Real Canal del Manzanares, el área de protección arqueológica terrazas del Manzanares, los cerros de la Herradura y Almodóvar y los Cantiles del Manzanares.
También se busca proteger los valores ambientales, incorporando reservorios de biodiversidad -los humedales de Campamento y Valdebebas- o las lagunas de Ambroz.
Uno de los aspectos más destacados de la delimitación del bosque es la avenida forestal de 146 kilómetros que conectará por la naturaleza los distintos ámbitos y permitirá la circulación de peatones y ciclistas. Esta avenida se complementa con una red de caminos de 563 kilómetros y una red ciclista de 185 kilómetros. Pero no son las únicas conexiones, sino que también habrá 78 pasarelas y 20 ecoconectores para salvar las infraestructuras viarias que existen actualmente y así poder dar conexión a todo el Bosque Metropolitano.
En cuanto a los equipamientos que darán servicio al bosque y que se caracterizan por un tipo de edificio concreto de madera entrelazada denominado crisálida, los planes incluyen un total de 26, entre los que figuran la escuela infantil de El Cañaveral integrada en la naturaleza, el centro de interpretación del cerro Almodóvar, los viveros de Valdegrulla y del sureste, la casa de la agricultura (en el Peón de la Cuarta Esclusa), una escuelas del yeso, una escuela de pastoreo o un centro del sílex, entre otros.
La superficie estrictamente forestal de este gran anillo verde alcanza las 4.984 hectáreas y está formada por distintos tipos de bosque: de dehesa, mixto, bosque húmedo, espacio verde urbano, bosque de transición, bosque de frontera, bosque productivo y matorral y herbáceas. En todos ellos, se plantarán especies autóctonas adaptadas a cada tipo de suelo.
Sostenibilidad y retorno a la ciudad
El Bosque Metropolitano, la mayor infraestructura verde que se está construyendo en Europa, es un proyecto de ciudad que ayudará a combatir los efectos del cambio climático y proporcionará nuevas opciones de ocio saludable como, por ejemplo, en la pista de atletismo más bonita integrada en la naturaleza que ya se está construyendo en Villaverde.
Además de los beneficios sociales y medioambientales, el bosque proporciona muchos retornos a la ciudadanía. En primer lugar, la nueva forma de tratar el suelo y los criterios forestales y de autosuficiencia aplicados permiten reducir los costes de conservación de 2,49 euros a 1,2 euros por m2.
Según los estudios realizados, el Bosque Metropolitano es capaz de absorber 45.730 toneladas de CO2 al año. Además, casi un millón de madrileños tendrán alguna zona de este gran anillo verde a menos de 15 minutos andando, lo que mejorará considerablemente la calidad de vida y ahorrará hasta 8,9 millones de euros anuales en costes sanitarios.
En cuanto al empleo, las actividades del bosque generarán un centenar de puestos de trabajo bianuales. También se prevén 25.925 visitas al año por turismo de naturaleza, lo que generará unos ingresos estimados de 7,7 millones de euros. /