El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acompañado por el exalcalde Alberto Ruiz Gallardón; la delegada de Obras y Equipamientos y presidenta de Madrid Calle 30, Paloma García Romero, y el concejal de Puente de Vallecas, Ángel Niño, ha rendido hoy homenaje a Manuel Melis, el ingeniero recientemente fallecido que dirigió entre 2003 y 2007 las obras de soterramiento de la M-30, que hicieron posible el parque Madrid Río y constituyen el proyecto de transformación urbana más importante de la ciudad en este siglo.
En un acto en el que también han participado la viuda e hijas de Manuel Melis, el Ayuntamiento ha homenajeado al prestigioso ingeniero poniendo su nombre al Centro de Control de Túneles de Madrid Calle 30 cuando se cumplen 50 años de la vía de circunvalación.
“No hay persona que haya contribuido más desde el ámbito de las infraestructuras a la transformación extraordinaria de Madrid”, ha destacado Almeida, quien ha calificado el soterramiento de la M-30 como una “proeza inalcanzable realizada en tan solo cuatro años”. Por ello, ha justificado este «homenaje de admiración» a Manuel Melis al poner su nombre a “este cerebro que controla los túneles de la M-30”.
Renovación integral de un centro de control pionero a nivel mundial
El Centro de Control de Túneles de Madrid Calle 30 ha sido objeto durante los últimos tres años de una profunda renovación que lo refuerza como principal referente tecnológico y operacional a nivel mundial. Los trabajos realizados, que suponen una auténtica revolución tecnológica al servicio de la seguridad, la movilidad y la excelencia operacional, han contado con un presupuesto de 11,5 millones de euros financiados en un 90 % por los fondos Next Generation de la UE.
Las mejoras han consistido en la automatización de los procesos, en los que hasta ahora el factor humano acaparaba prácticamente todo el protagonismo en la gestión de emergencias. En este sentido, uno de los grandes avances ha sido la implementación de señalización automática en los túneles. El otro pilar de la intervención se basa en la inteligencia artificial y la introducción de algoritmos de actuación ante incendios. De esta manera, aunque la última palabra la tendrá siempre el operador, a partir de ahora será posible reemplazar los protocolos manuales por protocolos automáticos, consiguiendo una optimización de los tiempos de reacción a la hora de activar los protocolos de respuesta, que ahora pueden llevarse a cabo en tiempo real.
El cerebro de la M-30
Este centro de control es el más complejo y el mejor dotado del mundo desde el punto de vista tecnológico, sumando 18.000 equipos que reciben 115.000 señales. El ‘cerebro’ de la M-30 funciona como una sofisticada maquinaria de relojería que procesa, monitoriza y gestiona todas esas señales que emiten o reciben los equipos instalados en los túneles.
En el momento en que un coche entra en los túneles de la M-30, está permanentemente monitorizado por las 1.850 cámaras de circuito cerrado de televisión distribuidas a lo largo de un trayecto dotado con más de 700 postes SOS, más de 200 salidas de emergencia, 100.000 metros de tuberías de protección contra incendios, 2.500 bocas de incendios, 3.000 extintores, 8.000 puntos de detección de incendios, 670 paneles de mensaje variable, más de 1.000 ventiladores, 3.500 altavoces, 120 puntos de medida de tráfico, una red de fibra óptica de 110.000 metros de longitud, 53.000 pantallas de iluminación, 40.000 luminarias, 150.000 metros de barreras de protección de vehículos, 33 pozos de bombeo y 450 analizadores de calidad del aire repartidos por toda la galería.
Los agentes de intervención de Madrid Calle 30 son los primeros en llegar al punto en el que se registra un incidente y los últimos en marcharse. La capacidad de respuesta está garantizada gracias a una flota de un centenar de vehículos y a las cuatro bases operativas estratégicamente emplazadas a lo largo del anillo, cuyos agentes actúan en un tiempo récord: en cinco minutos son capaces de llegar hasta cualquier lugar del túnel donde se registra un incidente y de resolverlo en una media de 17 minutos. /