El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado hoy una Declaración Institucional con motivo del Día Internacional de las Mujeres del 8 de marzo de 2017. La corporación municipal reivindica la necesidad de seguir luchando por una igualdad real entre mujeres y hombres puesto que, tal como se señala en el documento “en ninguna parte del mundo las mujeres se encuentran en una situación equiparable a la de los hombres, ni en el ámbito cultural, ni en el económico, ni en el educativo, ni en el laboral, ni en el político, ni en el social”.

El documento, aprobado por unanimidad por todos los grupos políticos municipales, señala textualmente:

“La conmemoración del Día Internacional de las Mujeres ofrece el marco idóneo para que, desde muchas ciudades del mundo, explicitemos de forma unívoca, por encima de diferencias culturales, económicas o ideológicas, un necesario homenaje a la lucha en pro de la igualdad, la paz y el desarrollo que mujeres de toda condición han protagonizado a lo largo de la historia.

Sensibilizar, concienciar, llamar la atención, señalar que existe un problema sin resolver, para que, a través de esa sensibilización, los gobiernos tomen medidas o para que la ciudadanía lo exija a sus representantes, son los objetivos que define Naciones Unidas cuando aprueba o impulsa la conmemoración de una efeméride como la que nos ocupa que, antes de su institucionalización, contemplaba ya décadas de reivindicación por parte de los movimientos feministas.

La realidad es muy elocuente y no deja lugar a dudas. En ninguna parte del mundo las mujeres se encuentran en una situación equiparable a la de los hombres, ni en el ámbito cultural, ni en el económico, ni en el educativo, ni en el laboral, ni en el político, ni en el social… Los datos que recogen las estadísticas nos lo muestran. Y aunque la situación vaya cambiando (con avances claros, pero también con desesperantes retrocesos), no lo hace por el mero transcurso del tiempo, sino porque la sociedad lo reclama. Especialmente lo reclaman las mujeres, quienes constituyen la mitad de la misma y, sin embargo, ocupan una posición de desventaja.

Uno de los ámbitos que más claramente muestra la desigualdad de género es la invisibilidad histórica de las contribuciones de las mujeres. Durante años se ha silenciado y devaluado el aporte de figuras femeninas cuyo trabajo fue indispensable para el avance de la ciencia, la sociedad y la cultura. En este marco, la ciudad se configura como marco clave para la recuperación y divulgación de la memoria de las mujeres, de su historia robada.

Porque Madrid además de calles y edificios es, sobre todo, sus ciudadanas y ciudadanos; es la gente que vive en ellas, que trabaja en ellas y que nos visita. Madrid es también obra de las personas que han pasado por ella y que ha ido construyendo nuestra ciudad, configurando espacios físicos, pero también vitales y emocionales. Espacios comunes, espacios públicos que nos ayudan a entrar en contacto con la historia de nuestra ciudad y sentirla mucho más cercana y, por tanto, mucho más auténtica. Es necesario que la ciudad recupere la totalidad de su relato histórico, reajustando el desequilibrio sexista que ha olvidado y desconocido durante largo tiempo el protagonismo de las creadoras de cambio que han sido en tantos casos las mujeres.

Este año se cumplen noventa años de la fecha que da nombre a una de las generaciones culturales más importantes de nuestra historia, la generación del 27. Más allá de los siempre controvertidos límites que señala quién pertenece a una u otra generación, es indudable que el Madrid del primer tercio del siglo XX, ese Madrid de la denominada Edad de Plata de la cultura española por la calidad y el protagonismo de sus intelectuales y artistas, merece ser recordado y reconocido un siglo después.

La ciudad hace tiempo que reivindica y reconoce como propios a los autores de la época, y sus espacios compartidos. Pero no pasa lo mismo con ellas. Su memoria no ha sido integrada del mismo modo en el discurso cultural e histórico de la ciudad. Su recuperación y su visualización nos permitirán replantear la urbe desde la perspectiva de ellas, ofreciendo sin lugar a dudas un justo y necesario equilibrio memorístico.

Se trata de ir perfilando así una ciudad igualitaria, que garantice el derecho a la ciudad a todo tipo de personas, a disfrutar de cualquier espacio desde el punto de vista de la seguridad, de la accesibilidad universal, de la autonomía de los colectivos más vulnerables, de la compatibilidad de las diferentes esferas vitales a lo largo del día… Una transformación urbana que no solo incluya la reconstrucción física, sino también la recuperación de la memoria.

Por todo ello, el Ayuntamiento de Madrid:

  • Rinde homenaje a aquellas mujeres cuya lucha por la libertad y la igualdad de derechos ha sido tan valiosa en la historia de nuestra ciudad y en especial para aquellas cuya labor ha sido invisibilizada y ocultada.
  • Se compromete a realizar acciones de redescubrimiento de la ciudad, sus distritos y barrios a partir de las contribuciones de las figuras históricas femeninas y sus obras, reconstruyendo los hechos desde otra mirada.
  • Reivindica la vigencia de la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres como motor de transformación social.
  • Reafirma su voluntad de seguir perseverando en la transformación de nuestra institución para que la aplicación del enfoque de género marque la hoja de ruta de las políticas municipales.
  • Destaca la necesidad de una educación en los valores de igualdad de género, la no violencia y el respeto a los Derechos Humanos para que, desde edades tempranas, aprendamos a respetar y valorar la diversidad y promover la igualdad.
  • Se afianza en su responsabilidad de atender a las situaciones de mayor vulnerabilidad social y económica que sufren las mujeres, y en especial a aquellas que viven situaciones de doble discriminación. Así se compromete a cumplir con las iniciativas que este Pleno ha aprobado para apoyar a las familias monomarentales.
  •  Apoya iniciativas orientadas al empoderamiento económico de las mujeres en un cambiante mundo laboral, en el marco de su compromiso internacional con Naciones Unidas por una aplicación efectiva de los objetivos de desarrollo sostenible Por un Planeta 50-50 en 2030. En esta línea de empoderamiento se compromete a buscar la máxima integración de la mujer inmigrante en todos los espacios y programas municipales.

Para finalizar, el Ayuntamiento de Madrid condena, una vez más, los asesinatos a causa de la violencia machista, así como las distintas manifestaciones de control sobre la vida de las mujeres, y traslada su convicción de seguir trabajando en contra del silencio cómplice y la impunidad social, para seguir caminando hacia la consecución de un Madrid justo, igualitario y libre de violencias machistas”.

 Texto de la declaración