El Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, ha elaborado el Diagnóstico sobre la Violencia de Género en Mujeres Mayores de 60 años de la ciudad, un pilar básico para encarar la estrategia de detección y atención integral a este colectivo. El delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, ha presentado este viernes las conclusiones, entre las que ha destacado que “las mujeres mayores experimentan la discriminación de género en mayor medida que las jóvenes y la discriminación por edad en mayor medida que los hombres mayores. Esta doble discriminación está en la base de su invisibilidad”.
Este estudio, que se encuadra dentro del marco de las 21 medidas prioritarias para erradicar la violencia contra las mujeres aprobadas por el Ayuntamiento en 2019, pretende establecer un diagnóstico sólido sobre lo que les pasa, lo que sienten y lo que necesitan estas ciudadanas, recogiendo sus testimonios y los de los profesionales que las atienden a través de los distintos servicios municipales.
El diagnóstico, que incluye el análisis de los últimos estudios realizados en España sobre este problema, cuenta a su vez con la experiencia aportada por los talleres ‘Envejecimiento y buen trato’, en los que participaron 30 mujeres. También están incluidas las entrevistas realizadas a cerca de una veintena de víctimas de violencia por sus parejas o exparejas, más los cuestionarios con las respuestas abiertas de 200 profesionales tanto de los servicios municipales como de entidades que trabajan con mujeres mayores.
En los últimos 17 años, destaca el diagnóstico, un 12,8 % del total de mujeres asesinadas en Madrid tenía 61 años o más. Todas las mujeres entrevistadas reconocen, además, que han asumido dosis muy elevadas de desigualdad y subordinación en sus parejas.
Propuestas de mejora
Formación e información son dos ejes clave tanto para estas mujeres y su entorno, como para los especialistas que las atienden. El 42 % de los profesionales que han respondido al cuestionario, considera que no dispone de suficiente información y formación sobre la violencia en esta franja de edad.
Otra necesidad que subraya el diagnóstico es la de trabajar en el entorno familiar, especialmente con los hijos, y reforzar el acompañamiento psicológico para ayudarlas mejor en sus entornos vitales. En esta línea se inscribe ya la unidad móvil del Servicio de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género (SAVD) que acaba de ponerse en marcha. Esta unidad atiende in situ a las víctimas más vulnerables y las acompaña en momentos especialmente sensibles como son las declaraciones en los juzgados.
Adaptar o crear recursos residenciales y de alojamiento para las mujeres mayores que quieren romper la cadena es otra de las propuestas recogidas en este informe, ya que actualmente se están tramitando nuevas plazas en viviendas en régimen de semiautonomía para mujeres mayores víctimas de violencia de género.
Finalmente, los especialistas resaltan la necesidad de establecer protocolos de coordinación entre todos los servicios de atención a personas mayores y revisar el protocolo de maltrato en ese colectivo para que identifique y recoja de manera diferenciada y explícita la violencia de género dentro del maltrato. /