Que la obesidad infantil es un problema cada vez más grave en los países desarrollados es algo conocido, pero el Ayuntamiento de Madrid lo ha precisado en cifras dentro del municipio, y, por primera vez, lo ha relacionado con la dificultad de las familias de acceder a los alimentos por motivos económicos, lo que denominamos inseguridad alimentaria o Inseguridad de Acceso Económico a los Alimentos (IAEA). Y el resultado es, como poco, preocupante: cuatro de cada diez menores de entre 3 y 12 años (40,9%) padecen sobrepeso u obesidad (25,1% y 15,8%, respectivamente), siendo la obesidad el doble de frecuente en niños y niñas de familias con IAEA.
Estos datos, y otros que se detallan a continuación, forman parte del diagnóstico obtenido a través del “Estudio de la situación nutricional de la población infantil en la ciudad de Madrid”, llevado a cabo por el Organismo Autónomo Madrid Salud con la colaboración del Área de Gobierno de Equidad, Derechos y Sociales y Empleo; el apoyo del Departamento de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense; y la autorización de la Viceconsejería de Educación no Universitaria, Juventud y Deportes de la Comunidad de Madrid.
A la presentación de los resultados de este estudio, que ha tenido lugar en el Salón de Actos de Cibeles, han asistido la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; el delegado del Área de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero; la delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras; el gerente del Organismo Autónomo Madrid Salud, Antonio Prieto, y el director del estudio y asesor técnico de este organismo, el doctor José Manuel Díaz Olalla.
La gran utilidad de este diagnóstico es que servirá para mejorar, reforzar y ampliar las actuaciones municipales, de forma prioritaria en los ámbitos de la salud y de los servicios sociales. El Gobierno de la Ciudad ya está trabajando en una nueva planificación para combatir desde diferentes frentes este extendido trastorno nutricional que compromete la salud de niños y niñas para toda su vida. Una de las medidas que va a proponer es el incremento de las becas de comedor, una ayuda que se ha demostrado como un eficaz amortiguador de la inseguridad alimentaria.
El trabajo de campo del estudio se realizó a lo largo de 2016 con la participación de 60 colegios de la ciudad (públicos, concertados y privados) seleccionados de forma aleatoria y 5.961 escolares del tramo de edad mencionado.
El ‘peso’ de la pobreza
A tenor de los datos, el sobrepeso y la obesidad están íntimamente ligados a la IAEA, factores todos ellos vinculados a una economía familiar precaria y a la desigualdad socioeconómica y territorial. En definitiva, a la pobreza. Así, los/las escolares de familias con nivel socioeconómico bajo presentan cinco veces más frecuencia de obesidad que los de familias con un nivel elevado. Sólo el factor de inseguridad alimentaria (sin tener en cuenta el territorio o el origen inmigrante) incrementa un 50% el riesgo de que niñas y niños sufran obesidad.
Esta IAEA, advierte el estudio, afecta en la ciudad de Madrid a unos 48.000 niños y niñas de entre 3 y 12 años (17,9% de los/las escolares, siendo la IAEA severa el 12,9%). Como era de esperar, el desempleo de uno o de ambos progenitores, que éstos sean inmigrantes, o el hecho de residir en distritos de menor nivel de desarrollo pesan, nunca mejor dicho, y mucho, sobre el riesgo de obesidad infantil. Por ejemplo, las familias inmigrantes presentan una frecuencia de IAEA tres veces mayor que el resto. Igualmente se observa una diferencia significativa de mayor frecuencia de exceso de peso en el grupo de distritos de menor desarrollo (46,7% frente a un 34,7% del grupo de mayor desarrollo).
En cambio, la investigación muestra que la delgadez o bajo peso no es un problema significativo en la población escolar madrileña en el tramo de edad estudiado, por debajo del 1% (0,8%).
Otros datos de interés que aporta la investigación en referencia al grupo escolar estudiado es que la obesidad es más frecuente en niños que en niñas (18,7% frente al 12,7%); que el 4% no desayuna diariamente (no desayunar es un factor importante de riesgo de sobrepeso/obesidad), y que el 80% de los y las escolares con sobrepeso y el 45% que sufre obesidad son percibidos por sus padres y madres como “de peso normal”.
Por tanto, el Ayuntamiento advierte que es fundamental hacer llegar de manera efectiva a toda la ciudadanía información acerca de lo que son parámetros de peso saludables y sobre la importancia de educar a hijos e hijas en hábitos alimentarios y de vida sanos, así como garantizar que todas las familias dispongan de los recursos mínimos para la adquisición de los alimentos adecuados y suficientes para un consumo saludable.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha señalado que “es un estudio muy claro, muy conciso, en el que hemos pesado y medio a casi 6.000 niños y niñas, y ahora, gracias a esta investigación, conocemos mucho mejor los factores que inciden en el sobrepeso y la obesidad, y podemos diseñar planes y acciones para llevar a cabo desde el Ayuntamiento para prevenirla, y lo haremos de forma integral, porque son muchas las áreas implicadas en un tema tan importante”. “Un Ayuntamiento -ha añadido Carmena- tiene que vivir para el hoy pero también para el mañana, y las acciones municipales que adoptamos, en materia medioambiental, de desarrollo urbano sostenible, de educación, y por supuesto de salud pública, tienen que hacerse pensando en las niñas y los niños, porque son el futuro de la ciudad, y porque queremos que estén sanos para que puedan disfrutar en las mejores condiciones en su vida adulta”.
Movilizar recursos
La alimentación infantil y la prevención para evitar carencias y/o malos hábitos nutricionales ha sido siempre una prioridad para el Ayuntamiento de Madrid, que cuenta con una extensa red de Servicios Sociales de ayuda y apoyo a las familias, y, más específicamente en el ámbito de la salud, con 16 centros (CMS) que realizan programas para fomentar la alimentación saludable y la práctica de la actividad física tanto en los centros educativos de los distritos como dirigidos a los distintos miembros de la unidad familiar.
Entre los programas de Madrid Salud sobre nutrición destacan el de promoción de la alimentación saludable y la actividad física (ALAS) y otro diseñado específicamente para el ámbito educativo en el que se implica a la comunidad escolar. Este último programa se lleva a cabo en 482 centros escolares de la ciudad de Madrid, y en él se prioriza a los y las menores más vulnerables y con mayor riesgo, bien sea por pertenecer a familias con inseguridad alimentaria, bien por no seguir unos hábitos adecuados tanto alimentarios como de actividad física.
Además de reforzar las actividades y actuaciones desde la red de centros de las Áreas de Salud y de Servicios Sociales, el Gobierno de la Ciudad, a las vista de este estudio, está preparando ya un amplio proyecto para movilizar todos los recursos posibles de cara a una intervención de alta intensidad que ataje de raíz los factores que favorecen el sobrepeso y la obesidad infantil.
Becas de comedor, un eficaz corrector
El nuevo proyecto aborda el objetivo de forma integral y desde diferentes frentes. Por un lado, propone ofertar a las familias con inseguridad alimentaria distintos tipos de ayuda para solventar su situación, como incrementar y ampliar las becas de comedor, ya que éstas constituyen un eficaz amortiguador de la inseguridad alimentaria.
Pero la actuación municipal no se va a limitar a medidas económicas, sino que establece programas de todo tipo –de actividad física, talleres de cambio de estilo de vida, de compra saludable y asequible, sobre nutrición, revisión de los menús escolares, recreos activos en el colegio, exención de tarifas en los polideportivos, etcétera– que implican, además de a varias Áreas de Gobierno, a centros educativos y de atención primaria, a las familias y a los y las escolares./