La consecución de ciudades y comunidades sostenibles en un marco pacífico, justo y en el que prevalezcan unas instituciones sólidas ha centrado un conversatorio celebrado en la última jornada del II Foro Mundial sobre las Violencias Urbanas.
Organizado por el Ayuntamiento de Madrid, la red mundial Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el encuentro se ha analizado el impacto de las violencias urbanas en la ciudadanía y de qué modo tanto las grandes agencias internacionales como los Gobiernos locales están actuando para mitigar sus efectos y erradicarlas.
Uno de los temas principales que se puso sobre la mesa fue la dualidad existente a la hora de actuar globalmente sobre las violencias en las urbes. Por un lado, la ONU prevé que en 2050 el 80 % de la población mundial residirá en las ciudades. Sin embargo la realidad es que, como constató la alcaldesa madrileña, “las agencias internacionales solo acuden a los Estados” a la hora de elaborar las agendas globales. Por ese motivo, la regidora reclamó que se favorezca la “conexión constante” entre los Gobiernos locales y las agencias internacionales para que el trabajo de ambos se realice de forma coordinada y redunde en un beneficio efectivo para la ciudadanía.
En la misma línea, la secretaria general de CGLU, Emilia Saiz, ha instado a la creación de espacios para que estas entidades puedan dialogar “de tú a tú” dado que, en su opinión, “la paz solo se consigue cuando la gente cree que está siendo respetada y defendida por un sistema”, con el cual las personas tienen su “primera conexión a través de la ciudad en la que viven”.
En ese sentido, Saiz ha señalado que en estos momentos la situación para que se produzcan esos espacios de diálogo es complicada debido a que, por ejemplo, “la mayor parte de los Estados africanos sigue sin aceptar la urbanización” y los datos que aportan las ciudades para la elaboración de estadísticas y estudios que después servirán para realizar recomendaciones suelen ser rechazados.
Mejorar la participación
Otro de los temas principales abordados en la cita ha sido la necesidad de mejorar la participación y el acceso de la ciudadanía a los sistemas de gobernanza, algo que impacta de forma positiva en el empoderamiento de la población al darle las herramientas para ser parte activa de la toma de decisiones y no un sujeto pasivo que ve cómo las políticas públicas que influyen en su día a día son adoptadas en espacios que le son ajenos.
El director de Gobernanza y Mantenimiento de la Paz del PNUD, Patrick Keuleers, destacó la gobernanza participativa como un elemento más para reducir los conflictos que se producen en los entornos urbanos y que potencialmente pueden derivar en violencia. El acceso al empleo y a los servicios básicos así como la existencia de sistemas de justicia y de seguridad fueron otros elementos señalados por Keuleers.
Desde su punto de vista, los Gobiernos locales deberían hacer un esfuerzo mayor para investigar qué población es la que se está quedando atrás en relación a los asuntos señalados anteriormente y también hizo hincapié en la necesidad de conformar una “cultura ética y de tolerancia cero con la corrupción”, algo que consideró como “fundamental para lograr la paz”.
Por otro lado, Carmena también propuso que las diferentes agencias de las Naciones Unidas impulsen programas «antiviolencias urbanas» y estudios sobre qué causas justifican que los conflictos se resuelvan con violencia.
En la mesa también participó el coordinador del Programa de Ciudades Seguras de ONU-Hábitat, Juma Assiago, y una representante de Unicef. Ambos resaltaron la importancia de la actuación de los Gobiernos locales para el desarrollo sostenible y la erradicación de las violencias urbanas y expusieron de qué forma actúan sus entidades en ese sentido./