Los gobiernos locales tienen un importante papel en la promoción, protección y coordinación en la defensa de los derechos humanos. Y hoy en Ginebra se ha demostrado. Mauricio Valiente, tercer teniente de alcalde, ha asistido a la sesión plenaria del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Suiza,  donde ha relatado –en el marco de una sesión de trabajo organizada por CGLU– la experiencia del Plan de Derechos Humanos del Ayuntamiento de Madrid y las políticas municipales vinculadas.

Fue en 2014 cuando la Comisión participó en la redacción de un informe sobre la administración local y los derechos humanos. Ahora el Consejo de Derechos Humanos de la ONU organiza un panel de alto nivel para identificar los medios por los que las administraciones locales pueden “promover, proteger y respetar eficazmente los derechos humanos”.  “Invitamos, dijo, al Consejo a considerar estas acciones como base de los derechos humanos en el ámbito local, así como a impulsar juntos la Carta Agenda Mundial por los Derechos Humanos en la Ciudad para que sirva de referencia para la implementación y supervisión de las políticas locales”.

Encabezando la delegación de gobiernos locales de la Comisión de Inclusión Social, Democracia Participativa y Derechos Humanos de la Red Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales y Municipales (CGLU), Valiente ha recordado la “voluntad, determinación y experiencia” de los gobiernos locales para concretar, de la mano de la sociedad civil, los derechos humanos como parte esencial de la democracia local y para asentar las bases de una sociedad de paz y de justicia social”.

Este mensaje se ha plasmado en una declaración común en nombre de CGLU que servirá para recordar su compromiso con los derechos humanos y con sus principios de indivisibilidad y universalidad. El texto recuerda el trabajo llevado a cabo desde hace más de 20 años, por parte de las ciudades de la Red de Ciudades por los Derechos Humanos para concretizar los derechos en su acción cotidiana al servicio de los habitantes de sus territorios y con su participación, pero también en tanto que actores comprometidos con la defensa de los derechos y la democracia local en el mundo.

Esta declaración enunciará también las condiciones necesarias para la realización local de los derechos, especialmente en lo que refiere a una real descentralización con recursos y competencias, a unas finanzas públicas que permitan el reparto efectivo de la riqueza y a una mayor participación para la sociedad civil. Finalmente, la Carta Europea de Salvaguarda de los Derechos Humanos en la ciudad y la Carta-Agenda Mundial de Derechos Humanos en la ciudad serán propuestas como referencia para este trabajo. En esta línea, adherirse a los Objetivos del Desarrollo Sostenible y de la Nueva Agenda Urbana significa complementar y fortalecer los derechos humanos. “Nos comprometemos –dijo– a trabajar para logar su  cumplimiento”, dijo Valiente.

A lo largo de la sesión el tercer teniente de alcalde se reunirá con Kate Gilmore, adjunta al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y la comisión co-organizará el evento paralelo “Visualizando los Principios Rectores de Naciones Unidas sobre Gobiernos Locales y Derechos Humanos; aprendiendo de las ciudades por los derechos humanos” con el Foro Indonesio por el Desarrollo (INFID), la Red Asiática por la Democracia (ADN) y el Instituto Raoul Wallenberg. El balance de este trabajo será presentado en el Foro Mundial de Ciudades por los Derechos Humanos del 14 al 17 de septiembre.

Madrid, Montreal, Seúl, Bógota…

Desde el epicentro de la sesión, el Palacio de las Naciones, se han recordado los pasos que las ciudades han dado en el camino de la igualdad de derechos, incorporando de forma trasversal los derechos humanos en sus ejes de acción municipal, a pesar de las presiones políticas y económicas que sufren las administraciones locales para garantizar el respeto de los derechos humanos, como la falta de autonomía local o la disminución de los recursos públicos.

La Carta de Derechos y Responsabilidades de la Ciudad de Montreal, la Carta de la Ciudad de México por el Derecho a la Ciudad, el Programa Barcelona Ciudad de Derechos o el Plan Estratégico de Derechos Humanos de la ciudad de Madrid son algunas de las medidas.

También han adoptado mecanismos de seguimiento y exigibilidad local, como es el caso de la Ciudad de México o de Seúl, mecanismos de promoción y de formación hacia la ciudadanía, como en Utrecht o Bogotá, hacia la formación del personal de la administración local, como en Barcelona, o mecanismos para fortalecer el acceso de migrantes a los derechos, como lo demuestra la red de ciudades santuario de América del Norte./